El centro del campo del Cádiz saltó por los aires en el partido contra el Real Oviedo como consecuencia de la inoportuna lesión de Jon Ander Garrido y la cuestionable expulsión de Eddy Silvestre. Fue Javier Carpio, lateral derecho, quien tuvo que hacerse cargo de la medular, él solo, en los últimos minutos como solución de emergencia. La incógnita que ahora se abre y queda por despejar durante la semana es qué jugadores serán los inquilinos de la zona ancha en el encuentro frente al Rayo Vallecano que se disputa en Madrid el próximo domingo. Difícil respuesta.

Ninguno de los medios que forman parte de la plantilla está descartado a día de hoy para saltar al césped de Vallecas. Ni siquiera Garrido. Aunque parecía que el ex del Barakaldo lo tenía imposible dada su visible cojera con la que jugó la segunda parte del partido contra el Oviedo, el Cádiz dejó ayer una puerta abierta al colocarle el cartel duda para la siguiente jornada. El futbolista fue sometido a una ecografía en la mañana de ayer para determinar el alcance de la lesión y las noticias son alentadoras porque no sufre ninguna dolencia grave. Todo lo contrario. Como mucho se perdería el compromiso de Vallecas si es que se lo pierde. El doctor Antonio Fernández Cubero explicó en su diagnóstico que Garrido sufre "una zona de inflamación con contractura y microrrotura en el bíceps femoral" de su pierna derecha. El futbolista se pone en marcha de manera inmediata para recuperarse cuanto antes y el club aseguró que "es duda para el partido domingo ante el Rayo Vallecano". Depende de su evolución en los próximos días.

El pivote vasco dispone de poco tiempo para restablecerse al cien por cien de cara a la cita en el barrio madrileño. Una misión difícil aunque no está descartado del todo. La decisión resulta complicada porque se trata de un jugador fundamental en el esquema de Álvaro Cervera, que por un lado quiere contar con él cuanto antes pero por otro se enfrenta al riesgo de que fuerce más de la cuenta y pueda exponerse a una recaída que le haga estar varias semanas de baja. El dilema está servido a la espera de las sensaciones que vaya experimentando el vizcaíno.

La interrogante de Garrido se una a la incógnita de si el Comité de Competición retirará la tarjeta roja que el colegiado Pulido Santana mostró a Eddy Silvestre. El Cádiz presentó alegaciones, acompañadas de imágenes, para tratar de que la expulsión quede anulada al considerar que fue demasiado rigurosa y que la explicación ofrecida en el acta por el árbitro no está en consonancia con la acción del jugador. El Comité de Competición ya tiene en su poder las alegaciones y hoy debe decidir su mantiene la cartulina roja o la deja sin efecto.

Todo apunta a que el preparador cadista debe darle vueltas a la cabeza esta semana para recomponer el centro del campo. Si puede contar con Garrido y Eddy, o con alguno de los dos, dispondrá de suficiente margen de maniobra. Si no están disponibles, la situación se enreda. Si el vaso sigue entre algodones y el almeriense es sancionado, Cervera llegaría con lo justo en el centro del campo. Sólo podría recurrir a Rafidine Abdullah y a Sergio Mantecón y quién sabe si también a José Mari, otro de los expedientes X en la zona ancha.

Lo normal es que reaparezca Abdullah después de no jugar un solo minuto contra el cuadro asturiano. El francés, que la pasada temporada militó en el Lorient de la Primera División gala, está llamado a ser un hombre importante en el Cádiz si está centrado. Posee calidad y despliegue físico y en condiciones normales reúne sobradas cualidades para ser titular.

En el caso de Garrido y Eddy Silvestre no puedan vestirse de corto en Vallecas, Mantecón tendría posibilidades de regresar al equipo, del que se ha caído después de haber participado en las primeras jornadas. El madrileño podría formar pareja con Abdullah, aunque en el aire flota también la duda de José Mari. El roteño aún no se ha estrenado arrastrado por unas molestias físicas ya superadas y por la falta de ritmo después de haber estado inactivo. Se halla inmerso en su particular pretemporada pero su debut debe estar más cerca. En el supuesto de que José Mari esté en condiciones de entrar en la convocatoria, no parecería lógico que formase parte del once inicial después de llevar varios meses sin competir. Cuando le coja el pulso a la temporada deberá ser un jugador importante en la media. El partido de Copa contra el Córdoba (próximo 12 de octubre) podría ser una buena piedra de toque para él.