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Estreno con nocturnidad

  • La categoría de plata vuelve al Carranza a una hora intempestiva y con el objetivo del equipo amarillo de sumar su primera victoria en el posible debut del lateral izquierdo Brian

El estadio Ramón de Carranza vuelve a ser escenario de un partido de Segunda División A. Vuelve la Liga de Fútbol Profesional a una ciudad que vive con verdadera pasión el deporte el balompié. Ya era hora, aunque sea con nocturnidad, en un horario poco entendible. Atrás quedan nada menos que seis años, dos meses y nueve días, como si se hubiese tratado de una interminable y dura condena, la que padeció el Cádiz castigado en las catacumbas de la Segunda B desde aquel partido contra el Numancia a mediados de 2010 resuelto con una victoria (4-2) que no evitó un descenso que tantos perjuicios causó en los apartados económico, deportivo e institucional.

La sonrisa brota de nuevo en el santuario cadista gracias al regreso del equipo amarillo a la categoría que le corresponde a tenor de su recorrido a lo largo de la historia. El Carranza, fortín en tantas batallas gloriosas gracias sobre todo al empuje de la afición, es el baluarte que sirve de soporte para afrontar el reto de la permanencia. Después de todo lo que ha costado subir, la prioridad absoluta es no volver a despeñarse en el abismo. Amarrar en casa todos los puntos posibles es el objetivo, y más hoy en el estreno como local frente a un Mallorca que llega herido en su orgullo. Nada sería mejor que una victoria bajo el calor del hogar. La primera en el retorno al segundo peldaño del fútbol español.

El proyecto diseñado por Quique Pina, en su doble función de consejero delegado y mánager, como hombre que ejerce de absoluto líder del club, ve la luz de manera oficial en feudo gaditano. El conjunto balear es el rival elegido por el caprichoso destino como primer visitante del Carranza, aunque la hora fijada por LaLiga y las televisiones, las diez y media de la noche, no es la más indicada para un espectáculo deportivo en el que el aficionado pasa a un segundo plano. El horario de final del día -el encuentro empieza el domingo y termina pasada las doce y cuarto, ya en la madrugada del lunes- no encaja con los parámetros de la lógica aunque no eclipsa la buena nueva de ver al Cádiz en la categoría de plata.

El preparador cadista, Álvaro Cervera, anunció el viernes que la base de la alineación será el bloque por el que apostó en la jornada inaugural. El único cambio serguro es la entrada de Servando por el lesionado Migue. La principal novedad sería el estreno del recién llegado Brian Oliván en el lateral izquierdo. Dani Güiza está disponible aunque en principio estaría en el banquillo.

El conjunto gaditano comparece en condición de anfitrión tras el dulce regusto que dejó el empate cosechado en el campo del Almería en la jornada inaugural que ahora toca refrendar con un triunfo con el que empezar a fijar la dirección correcta.

La misión no es nada fácil. Ninguna lo es en LaLiga 1|2|3, donde la palabra igualdad se escribe con mayúsculas. El Cádiz se cita con un adversario de enjundia, como tantos que forman parte de la Segunda. El Mallorca llega dispuesto a rectificar su mal comienzo -perdió en su terreno frente al recién ascendido Reus- con un plantel configurado para habitar en la zona noble de la clasificación. Es un rival con jugadores de calidad y veloces que van a exigir la mejor versión colectiva e individual de los amarillos. Una de las claves pasa por el balón. Los locales, además de su conocida intensidad durante los 90 minutos -la que les condujo al ascenso y al punto sumado en Almería-, deberán emplearse a fondo en desactivar el juego de creación de los isleños y tapar los huecos en defensa. Y tener la pelota si es menester. El equipo que logre imponer su ritmo tendrá mucho avanzado aunque ello no garantice el éxito. Al final será el acierto en las áreas lo que inclinará la balanza hacia un lado o hacia otro. Definir con precisión en ataque y defender con eficacia atrás son requisitos indispensables.

El once será parecido al que saltó al césped del estadio Juegos del Mediterráneo porque los nuevos, por una razón u otra, todavía tienen que adaptarse. Alberto Cifuentes repetirá en la portería, En la zaga, Javi Javier Carpio apunta de nuevo al lateral derecho y en el izquierdo podría producirse la gran novedad si Brian Oliván, contratado esta misma semana -llega cedido por el Granada con opción de compra- ocupa ese carril. Lleva pocos días de entrenamiento con el grupo pero está en plena forma. El zurdo está en forma después de haber destacado en la pretemporada con el primer equipo del Granada. Aridane continúa en el eje de la zaga acompañado por Servando, que estrena titularidad por el lesionado Migue tras cumplir el partido de sanción que tenía pendiente de la pasada temporada. Una vez más, sólo hay dos centrales disponibles al cien por cien.

Sergio Mantecón y Jon Ander Garrido apuntan a la medular en labores de despliegue físico y los candidatos para ocupar los extremos son Salvi y Álvaro García. Abel Gómez estaría de enlace entre la media y la delantera, con Ortuño como inquilino, aunque no se puede descartar a Eddy Silvestre en tres cuartos.

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