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UD ALMERÍA | CÁDIZ

Buen sabor de boca

  • El conjunto amarillo, con siete jugadores del ascenso, agrada en su vuelta a Segunda con un valioso punto que no son tres después de un tanto anulado a Álvaro García. Ortuño, goleador

Ya va saboreando el Cádiz lo que es la Segunda A. Equilibrio, lucha, igualdad, detalles que deciden partidos, detalles que deciden puntos. Buena imagen global en los de Álvaro Cervera, y más viendo las ausencias y los condicionantes para afrontar, seis años después, el retorno al fútbol profesional. Buena imagen en la zaga, imperial Aridane sacando mil balones, muy bien Ortuño, fajándose arriba y cazando un golazo en el 0-1, pero esos detallitos, un córner aislado, que cuestan un gol y dejarse dos puntos. Pero sumar a domicilio en la primera jornada es, sin duda, una muy buena noticia.

El preparador cadista desplegó una alineación con siete jugadores de Segunda B que lograron el ascenso más Garrido, que había salido cedido. Sólo tres caras nuevas: los laterales Carpio y Luis Ruiz y el delantero Ortuño.

Arrancaba el encuentro con un Cádiz muy bien asentado en el campo de juego, cerrando bien las vías de creación y peligro a los locales. Los de Álvaro dejaban el esférico al Almería, pero eran posesiones estériles. Poco peligro en el cuarto de hora inicial, si acaso un balón colgado a cada área en acciones a balón parado, sin más.

Fidel llevaba riesgo para los locales en sendos saques de esquina, mientras el Cádiz buscaba la velocidad de Salvi para agitar su ataque en balones largos. Trataba de progresar el cuadro cadista en la medular con posesiones más largas, pero el encuentro navegaba entre los bostezos más veraniegos. Rotos por la lesión del carismático Dubarbier, mano a la parte posterior del muslo en una carrera, jugada que acabó con el primer remate a puerta del Cádiz, Álvaro García raso a las manos del meta local, y con el zurdo argentino del Almería en vestuarios. Le suplía Iago Díaz, trastocando el esquema defensivo inicial de Soriano, algo que trató de explotar el Cádiz.

Una falta colgada por Abel Gómez a los 33 minutos fue cogiendo rosca, obligando a Casto a la estirada para desviar a córner, en otra buena llegada de un Cádiz que parecía adueñarse de la cuestión. Así, al minuto Salvi remataba en semifallo un buen esférico puesto por Álvaro desde el costado izquierdo, mandando fuera una clara llegada.

En el otro lado, y en una noche plácida, Alberto apenas debía recoger un testarazo muy blandito de Chuli en una llegada a la contra del Almería. La respuesta fue la mejor opción cadista hasta el momento, en un nuevo centro de Álvaro desde zurda que Ortuño cabeceó con furia en el punto de penalti, saliendo el esférico a un palmo de la escuadra. Pitos en el estadio almeriense viendo que el recién llegado se subía a las barbas, llegándose al asueto sin goles.

Al minuto de la segunda, Migue despejaba muy oportuno un envenenado centro de Ximo, sacando a córner la primera llegada rojiblanca. Los locales parecían haber metido una marcha más a la contienda pero el Cádiz tampoco se amilanaba. Se acercaba el Almería y achuchaban los de Fernando Soriano en especial en llegadas a balón parado, y con peligro de nuevo en los córners.

Una acción atropellada de los locales, tras un mal despeje de Aridane, la culminaba Trujillo con un cabezazo blandito pero que se perdía cerca del palo izquierdo en un nuevo aviso local, al paso ya por los diez minutos de la segunda parte.

Era la fase de mayor acoso almeriense, con un centro de Azeez que a punto estuvo de colarse en el palo largo, y con un Cádiz al que el esférico le duraba un suspirito en su poder. Mala dinámica, pero qué mejor manera de romperla que con un gol. Un golazo. Balón en largo, Ortuño habilita a Salvi y su chut con el exterior va a la madera. Cuando el Cádiz entero se echaba las manos a la cabeza, el rechace llegaba a Ortuño, bastante escorado, pero el ariete se sacaba un zapatazo raso, letal, que acababa en las mallas. Cero a uno para los de Álvaro Cervera.

Juanjo entraba por Luis Ruiz en los visitantes, tocado el lateral zurdo, y poco después era Migue el que caía lesionado, supliéndole Alberto Quintana. Problemas y más problemas, con una zaga de circunstancias en un Cádiz que veía esfumada su ventaja en un córner. Desajuste de la zaga, Azeez que recoge y de chut raso batía por la derecha a Alberto, sin opción. Tablas en todo lo alto y rictus agrio en los amarillos, ya que su renta apenas duró ocho minutos.

Polémica a diez minutos del final, y ya con el canterano Juanpe en el verde, cuando se le anuló un gol a Álvaro por un fuera de juego milimétrico después de que un chut de falta de Ortuño lo despejase el muro almeriense. Muy, muy justito, pero esto es Segunda A y juegas fuera de casa.

Alberto Cifuentes despejaba muy atento un potente disparo de Chuli ya a cinco del noventa, subiendo líneas el Almería. Ortuño acababa a la heroica, con una brecha en la testa y vendado estilo Ciriaco y Quincoces, como a la heroica salvaban entre Alberto y Garrido bajo palos una doble opción de Diamanka y Quique. Era la última opción clara de un derbi andaluz para el arranque liguero que deja un punto en cada casillero. Bien el Cádiz.

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