Cádiz CF

El impulso necesario

  • El conjunto amarillo resurge y vuelve a cotizar al alza tras superar con solvencia la primera ronda con un equipo plagado de expertos con el aderezo de varios jóvenes

El Cádiz cobra un notable impulso en sus aspiraciones de ascenso a Segunda División A tras dejar en la cuneta al Racing de Ferrol en una eliminatoria que le salió redonda al hacer bueno el empate a cero del choque de ida con una victoria (1-2) incontestable en el partido de vuelta.

El equipo amarillo resurge de sus cenizas después de un irregular campeonato y un negativo sprint final de Liga que enmienda justo al inicio del periodo más esperado de la temporada. El Cádiz sí que hizo valer por fin su experiencia en el cruce contra un conjunto gallego que acabó por rendirse ante el orden y la eficacia de un rival que demostró saber lo que se traía entre manos.

Más allá del puesto obtenido en el torneo de la regularidad, lo que cuenta es el más rabioso presente, ese que refleja que los cuatro cuartos clasificados se cargaron a todos los segundos de grupo en lo que supone un hecho sin precedentes desde la implantación del actual sistema de play-off. El Logroñés tumbó al Villarreal B, el Toledo se deshizo del Real Murcia, el Lleida se impuso al Barakaldo y el Cádiz pudo con el Ferrol.

A partir de ahora no hay favoritos visto lo sucedido en la primera eliminatoria. La igualdad es la nota predominante en los cruces y el que hile más fino se quedará con una de las dos plazas libres en la categoría de plata.

El renacido conjunto entrenado por Álvaro Cervera demostró argumentos para pelear por el retorno a la Liga de Fútbol Profesional. Bajo la premisa del orden por encima de todo, el Cádiz manejó con oficio la doble cita contra el cuadro gallego y el duelo de vuelta, que a priori se presentaba más complicado que el de la ida, lo solventó en apenas 23 minutos con los goles de Álvaro García y Salvi.

Cuando llega la hora de la verdad, el preparador cadista tira de hombres expertos sin renunciar al tesoro de la juventud. Siete jugadores que formaron parte del once inicial en territorio ferrolano pasan de los 30 años: Alberto Cifuentes, Migue, Servando, David Sánchez, Mantecón, Fran Machado y Dani Güiza. Todos pusieron su experiencia al servicio del equipo. El portero hizo varias intervenciones con las que evitó la reacción de la escuadra gallega. El central aterrizado en enero se mostró firme en defensa, al igual que el ahora lateral izquierdo isleño, impecable en un lugar hasta hace poco desconocido para él. El medio procedente del Melilla dio un pase de lujo que fue el germen del primer gol y además de circular el balón se fajó en tareas de destrucción. La labor pulmonar del madrileño en la medular fue impagable, sin olvidar su manera de parar el partido para que el tiempo corriera y se frenara el ímpetu de los locales. El de Armilla, casi sin minutos en la segunda vuelta por una lesión de pubis, aprovechó la titularidad para ayudar con su esfuerzo. Y el jerezano no paró de moverse en ataque con y sin balón, siempre en busca de espacios y de estorbo de la defensa contraria en la salida del balón.

No sólo tiraron del carro los entrados en años. Los más jóvenes, los que tienen veintitantos, aportaron frescura física y rayaron a un gran nivel. Aridane fue el dueño de su área, el sub'23 Xavi Carmona jugó con soltura, como si tuviera más edad, y los goleadores Álvaro García y Salvi ejercieron de estiletes. El utrerano se adaptó a las mil maravillas a la función de segunda punta. Rompió por velocidad a la zaga en su tanto y además de desbordar desplegó un trabajo defensivo inconmensurable al impedir que Borja Domínguez, cerebro del Ferrol, pudiera jugar con comodidad. El sanluqueño volvió loco al ex cadista Nano y con su testarazo que besó las mallas certificó el pase a la siguiente ronda cuando el partido no había llegado ni a la media hora.

Todo salió a la perfección para un Cádiz que, en su sexta participación en un play-off de ascenso a Segunda A (campañas 2008/09, 2010/11, 2011/12, 2013/14, 2014/15 y 2015/16) consiguió su primera victoria como visitante y fue la primera vez que salió ganador de una ronda como cuarto. Supera dos obstáculos históricos y todavía debe romper dos más para derribar el muro que le separa de la división de plata. Uno, que los gaditanos nunca han salvado tres eliminatorias seguidas (de hecho, el máximo es de una). Dos, que ningún cuarto ha logrado jamás el ascenso. Este año es posible que se rompa ese maleficio porque todos continúan adelante. El Cádiz es uno de ellos y ahora se convierte en un rival más peligroso gracias al trampolín anímico que supone dejar atrás al Ferrol.

El Cádiz ha vuelto a tiempo y sale vivo de la primera batalla. La misión no está exenta de dificultad porque quedan dos rondas. Un largo camino con cuatro partidos a vida o muerte y la ilusión renacida en un afición que ya se prepara para el encuentro en casa del próximo fin de semana.

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