Cádiz CF

Los galones ante una 'final'

  • Una de las grandes esperanzas del Cádiz para el partido de vuelta pasa por la paulatina mejoría de Salvi, que es el único jugador capaz de marcar la diferencia en la actual plantilla.

"Salvi, vuelve". Es el lema silencioso del cadismo como esperanza para seguir adelante en la fase de ascenso. La afición entiende lo que ve y transmite el equipo, y no hay dudas de quién está capacitado para marcar la diferencia. La maldita lesión que sufrió en el tramo final de la fase regular es el gran hándicap para que el sanluqueño brille con luz propia. Tiene a la masa social ganada, de ahí a que su cambio el pasado sábado ante el Ferrol fuera correspondido con pitos hacia la decisión de Álvaro Cervera. Salvi es la esperanza, una esperanza que buscan en sus botas y en su velocidad.

El Cádiz 2015-2016 no está destacando por ser un equipo temible, si bien dentro del nivel general hay un futbolista que sobresale. Es el caso de Salvi. Un extremo veloz, diferente a lo que dispone un plantel metido en bastante edad y con poca chispa y electricidad. El cadismo se postra a los pies del de Sanlúcar como si fuera el mismísimo San Lucas.

El jugador pasó ayer por la sala de prensa de las instalaciones de El Rosal. "Va a ser un partido difícil en el que vamos a tener nuestras ocasiones y tendremos que materializarlas", advirtiendo sobre el Ferrol que "es un equipo que juega y combina bien, pero tendremos que sacar lo mejor de nosotros". "Será como una final. Nos valen los empates, pero hay que ir a ganar allí y sacar el partido".

No lo dice, pero Salvi se siente parte del once que será el elegido en A Malata. Le falta para alcanzar el tono adecuado, ese que marca la diferencia, aunque está fuerte de mente para asumir la responsabilidad que le corresponde. "Antes de la lesión me encontraba muy bien, estaba perfecto y con la confianza de Claudio (Barragán). Llegó el nuevo entrenador y me ha intentado meter poco a poco. En estos últimos partidos no he estado bien físicamente, pero a partir del UCAM me encontré mejor", aclarando que "un futbolista coge el ritmo de partidos jugando porque no es la misma exigencia que en los entrenamientos".

Salvi sabe que la afición está de su parte y que anhela revivir sus carreras verticales llegando hasta la 'cocina'. Es por ello que el pasado sábado se mostrara contraria a su cambio. "No me encontraba cómodo en el campo, y a partir de esos minutos las líneas empezaban a separarse. Quizás Claudio me hubiera dejado, pero Álvaro Cervera decidió cambiarme y yo tengo que respetarlo y entenderlo. Tengo que estar bien durante el partido para que en Ferrol no me cambie". Llegado a este punto, el extremo entiende que la cita en Galicia es todo o nada. "Hay que darlo todo porque es una final, el partido más importante que he tenido en mi carrera. Me llena de orgullo que tenga el respeto de la afición, me siento importante desde que llegué aquí. Cada vez me he sentido más importante dentro del equipo. Yo me siento importante y responsable de lo que pase en cada partido. Me llena de orgullo".

El futuro de Salvi es amarillo pero desea que ese color pueda lucirlo en Segunda A. Antes, él y sus compañeros tienen que apartar del camino la primera piedra, el Ferrol. "La eliminatoria está al cincuenta por ciento. Ellos hicieron un buen partido en casa y ahora llega la vuelta. Para todos los jugadores es el partido más importante, ya que si ganas sigues adelante y si pierdes es un fracaso".

El futbolista sanluqueño aparca los temores por el hecho de que el Ferrol juegue en casa y pueda disponer de su goleador. "No hay jugadores imprescindibles. Joselu es un buen futbolista, pero porque tiene diez jugadores detrás que hacen un buen equipo. Joselu tiene buenos números y por eso le tendremos respeto. Miedo a nadie, pero respeto sí", finalizaba Salvi.

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