El Cádiz está obligado a marcar en Ferrol el próximo domingo -a partir de la cinco de la tarde- para superar la eliminatoria o encomendarse al 0-0 hasta alcanzar la ruleta rusa de la tanda de penaltis, una opción de alto riesgo en la que la suerte adquiere un papel relevante. La clasificación para la segunda ronda pasa por un eficaz encuentro como visitante. Es decir, mostrar solidez para contener a un rival que se crece en su feudo y aprovechar las ocasiones que sea capaz de crear. En el choque de ida generó pocas oportunidades y no tuvo el acierto necesario en una final. Quedan los segundos 90 minutos de esa final de la primera ronda a la espera del gol.

El equipo amarillo, en su condición de aspirante al ascenso como cuarto clasificado del grupo IV, afronta el reto de resolver la papeleta como visitante. Sus posibilidades de éxito dependen de su fiabilidad fuera de casa. Aunque no tenga nada que ver la Liga con el play-off, el recorrido lejos de su estadio a lo largo del torneo de la regularidad es la referencia que hay para comprobar el comportamiento del Cádiz.

De los 19 partidos del conjunto amarillo lejos del Ramón de Carranza, en una docena de ellos obtuvo marcadores que le servirían para plantarse en la segunda ronda, otros dos conducirían a la prórroga y cinco se traducirían en k.o.

El cuadro gaditano logró seis victorias (ante Melilla, Linares, Cartagena, Real Murcia, San Roque de Lepe y Real Jaén) y otros tantos empates en los que hubo goles (1-1 contra Granada B. Marbella, La Hoya Lorca, Sevilla Atlético y Mérida y 2-2 en el campo del Villanovense). Cualquier igualada que no sea a cero en A Malata dejaría con vida a los gaditanos en el play-off.

El Cádiz quedaría apeado en el supuesto de que repitiese las cinco derrotas cosechadas a domicilio en su recorrido liguero: 2-0 contra el UCAM Murcia, 1-0 en Algeciras, 3-2 frente al Betis B y 2-1 ante Balona y Almería B.

Las dos tablas a cero (contra Recreativo de Huelva y Jumilla, a principio y final de la fase regular) llevarían la eliminatoria a la prórroga.

El gol es un factor clave para avanzar en el desafío del ascenso. El Cádiz no vio puerta en la ida y está obligado a mejorar su puntería en la vuelta, al igual que su rival. Un tanto de los amarillos sería vital siempre y cuando mantuviese el orden defensivo para no recibir más un tanto. Los gaditanos marcaron una diana en once de sus 19 visitas, y en nueve casos fue útil para ganar o empatar. Hubo tres partidos con dos goles anotados en cada uno de ellos, sólo en uno hizo tres en uno y se quedó sin abrir la lata en cuatro.

El Racing de Ferrol posee también argumentos como local para creer en sus posibilidades de entrar en el próximo sorteo. El cuadro gallego se mantendría en la puja por subir a la categoría de plata en el caso de reproducir las 12 victorias que consiguió en los compromisos ligueros (ante UD Logroñés, Pontevedra, Valladolid B, Burgos, Cacereño, Lealtad, Celta de Vigo B, Arandina, Peña Sport, Sporting B, Somozas y Guijuelo). En dos situaciones vividas en su campo habría que ir a la prórroga (cero a cero frente a Cultura Leonesa y Tudelano) y con otros cinco marcadores sería el Cádiz el ganador de la eliminatoria merced a los empates con goles contra Izarra (1-1), Coruxo (1-1) Racing de Santander (2-2) y a las dos derrotas sufridas ante el Atlético Astorga (0-1) y el Compostela (0-1).

La escuadra coruñesa ofrece la misma fiabilidad en su estadio como el Cádiz a domicilio a tenor del balance de uno y otro, aunque los resultados más recientes son los que dan una idea del estado de un y otro. El equipo amarillo, en sus últimas cinco salidas perdió dos partidos, igualó uno a cero y ganó en que cerraba la Liga. El conjunto verderón firmó dos tablas a cero, otra con goles y una derrota.

Los caminos paralelos del Cádiz fuera de casa y Racing de Ferrol en su campo, tanto a lo largo de toda la Liga como en el tramo final del campeonato, dibujan un escenario de lo más equilibrado de cara a la vuelta, con ligera ventaja para los gallegos porque juegan en su estadio delante de su afición.