Cádiz CF

Salir del pozo es una misión urgente

  • El conjunto amarillo aparece hundido en el furgón de cola de toda la Segunda División B en una imaginaria clasificación de un pésimo mes de abril en el que sólo ha sido capaz de sumar un punto

El Cádiz necesita reaccionar de manera inmediata para regresar ya a la senda de la victoria y confirmar lo antes posible, números en mano, la clasificación para la fase de ascenso a Segunda División A aunque no quede otra opción que ser como cuarto clasificado. La última posición que da derecho a la disputa del play-off sería un mal menor si se tiene en cuenta la nefasta racha -todavía abierta- de cinco jornadas consecutivas sin poner en práctica el verbo ganar, borrado del diccionario de un equipo que trata de reencontrarse en lo que resta de torneo y con vista al definitivo asalto al ascenso.

Las cifras de los últimos capítulos reflejan con meridiana claridad el estado depresivo de un equipo que se ha desinflado hasta el extremo de conducir al club a la destitución del hasta hace poco entrenador, Claudio Barragán, sustituido por Álvaro Cervera en un arriesgado aterrizaje de emergencia.

El nuevo técnico se topó con la dura realidad en su estreno con derrota (0-1) frente al Mérida que no hizo sino confirmar la caída en picado del conjunto amarillo justo en el sprint final del campeonato de Liga.

La irregularidad es el diagnóstico de un enfermo llamado Cádiz que de sopetón transformó su estado de plenitud en el mejor momento de la temporada, aderezado con cuatro triunfos seguidos, en la peor dinámica del curso que devoró las posibilidades de pelear por el liderato e incluso pone en peligro el billete para entrar en la puja por el salto de categoría. Una montaña rusa que no le ha sentado nada bien como ha quedado demostrado.

Esa repentina caída del cielo al infierno de la noche a la mañana hace perder crédito a un conjunto gaditano que, empujado por sus desastrosas prestaciones, aparece sepultado en los bajos fondos de una imaginaria clasificación resultante del recorrido del mes de abril en toda la Segunda División B.

El Cádiz se queda clavado en la cola de un pelotón de 79 equipos (queda excluido el Huracán Valencia, retirado del grupo III en la primera vuelta) con un solo punto de los 12 dirimidos a lo largo del cuarto mes de 2016. Comparte el peor puesto con Arandina (grupo I), Barcelona B (III) y Real Jaén (IV), también con un punto cada uno. Peor imposible en el tramo decisivo del torneo, cuando los objetivos de la Liga están en juego. Suerte ha tenido el cuadro amarillo de que su inmediato perseguidor, La Hoya Lorca, sólo haya sumado la mitad de los puntos disputados, seis, gracias a una victoria y tres empates. La escuadra murciana acecha a cinco puntos que podrían haber sido menos con algún triunfo más.

La sangría de puntos que sufre el Cádiz le ha impedido sellar de manera matemática el pase al play-off y además le ha dejado fuera de la lucha por el liderato. Abril es el mes clave en el devenir de la Liga porque el Cádiz no supo aprovechar el bajón del líder, el Real Murcia, que sólo llegó a cuatro puntos, ni tampoco sacó rédito del corto saldo del UCAM -segundo-, que capturó seis y perdió otros tantos. El mejor parado fue el Sevilla Atlético, que con ocho puntos de 12 adelantó a los gaditanos y pasó de estar cuarto con dos a menos a colocarse tercero con una renta de cinco.

El mejor equipo en abril de toda la división de bronce fue el Lleida (tercero del grupo III) con un pleno de cuatro victorias que se traducen en 12 valiosos puntos.

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