El cambio de entrenador no sirvió de revulsivo para un Cádiz que no se desvió un milímetro de su errática trayectoria. Volvió a perder y además de nuevo dejó muy malas sensaciones, sobre todo en una segunda parte que derivó en un auténtico desastre. Álvaro Cervera se estrenó en el banquillo con una derrota que puso de manifiesto, por si quedaba alguna duda, lo lejos que está el conjunto amarillo del mínimo nivel requerido para afrontar encarnizadas batallas en pos del ascenso. El Cádiz no transmite fiabilidad y el preparador recién aterrizado afronta la complicada misión de reflotar, con muy poco margen de tiempo, un equipo que está muy tocado y no consigue reaccionar pese al estímulo que a priori debe conllevar el nuevo ocupante del banquillo. Pero si los jugadores son incapaces siquiera de sumar en punto en casa ante el Mérida en el periodo decisivo de la Liga y con un nuevo técnico, es que el problema es mucho mayor de lo que parecía.

Los técnicos que relevaron a otro con la temporada ya empezada desde la última caída del Cádiz a la categoría de bronce, hace casi seis años, corrieron distinta suerte en su puesta de largo. Algunos hicieron reaccionar de inmediato al equipo, como en los casos de Jose González, Antonio Calderón y Claudio Barragán y otros no tuvieron la suerte de iniciarse con un éxito, como Ramón Blanco, Raúl Agné y ahora Álvaro Cervera.

Jose González, sustituto de Risto Vidakovic tras la 13ª jornada de la campaña 2010/11, vivió un esperanzador reestreno (era su tercera etapa con el club gaditano) gracias a la victoria obtenida en el campo del Caravaca por 0-1 con tanto de Pachón. El ahora entrenador del Granada (en Primera División) irrumpió con fuerza en el banquillo cadista con un póquer de éxitos que metió al equipo en la zona de play-off.

La 2011/12 fue la única en la que no hubo movimiento de míster desde que el Cádiz sufre la condena que supone engrosar las filas de la Segunda División B. Jose González dirigió a los amarillos de principio a fin pero en la 2012/13, ya con Sinergy al mando del club, fue cuando más variaciones hubo en la dirección del plantel. El recordado Ramón Blanco cogió el testigo de Alberto Monteagudo, despedido en el capítulo 13º, pero en su cuarto periodo como técnico cadista debutó con derrota (2-0) ante el Écija y dos tropezones seguidos más le llevaron a dejar paso a Raúl Agné, que comenzó también con un varapalo en la 17ª jornada con aquella derrota (0-1) en casa frente al Real Jaén con un autogol cocinado entre el defensa Bermúdez y el cancerbero Aulestia. Esa temporada, que fue un desastre, acabó con el equipo amarillo metido en la pelea por evitar un descenso del que se libró de manera definitiva en el penúltimo episodio liguero.

En la 2013/14, Antonio Calderón se hizo cargo del vestuario a falta de ocho jornadas tras el cese de Agné. El gaditano, en la actualidad segundo de Jose en el Granada, empezó con una victoria (4-2) en el estadio Ramón de Carranza contra el Córdoba B y con un balance de seis triunfos y dos empates metió al equipo en la fase de ascenso como cuarto clasificado.

En la campaña 2014/15, fue Claudio Barragán quien ocupó la plaza de Calderón y debutó en la 15ª jornada liguera con victoria en casa ante el Lucena por 3-0. El valenciano llevó al Cádiz al liderato y lo hizo campeón.

Álvaro Cervera no tuvo la misma suerte que sus dos antecesores más inmediatos y chocó de frente con los hechos que revelan el estado deprimente de un escuadra malherida en todos los aspectos.

Uno de los asuntos pendientes es la designación de un segundo entrenador que de momento no hay una semana después del despido de Alfredo Santaelena, mano derecha de Claudio Barragán. El club se lo ha tomado con calma pese a la delicada situación de un equipo a la deriva.