Cádiz CF

El impulso anímico que otorga un triunfo

  • La escuadra gaditana eleva su autoestima, aunque está obligada a mejorar aspectos del juego

La parte positiva de la victoria contra el Marbella, más del juego, es el impulso anímico que proporcionan esos tres puntos. El reto inmediato que se marca la plantilla cadista es abrir una dinámica positiva con la que poder recuperar el pulso por el liderato. Febrero irrumpe como un mes trascendental para definir las últimas posibilidades de los amarillos de alcanzar un liderato. Tras deshacerse del cuadro costasoleño, la obligación inmediata es doblegar al Villanovense en territorio extremeño antes de vencer en casa a La Hoya Lorca, para después visitar al Real Murcia en el partido que marcará un antes y un después en la competición. El equipo de Claudio fortalece su estado anímico pero no puede detenerse. Nececita seguir sumando de tres en tres.

El Cádiz salió bien parado de la última jornada de Liga porque lo que cuentan son los puntos y el equipo amarillo consiguió los tres en el encuentro en casa contra el Marbella. Pero la victoria, pese al llamativo marcador de 3-0, fue un pulcro maquillaje que no oculta las dificultades que encuentra a la hora de desarrollar el juego. El conjunto gaditano no se sentía nada cómodo sobre el césped, le costaba llegar a puerta hasta que un penalti más que discutible le abrió de par en par las puertas del triunfo, que es lo que cuenta. El Cádiz ofreció dos caras. Negativa con el empate a cero, superado por el rival. Positiva tras el 1-0, con más confianza con el partido de cara, lo que le permitió vencer con desahogo.

Los hombres de Claudio Barragán cerraron la crisis de resultados -venían de dos derrotas consecutivas y cortaron de raíz la mala racha- pero no se despojaron de las dudas que no consiguen quitarse de encima. El Cádiz se mostró como un equipo previsible que el rival supo atenazar con una inteligente presión sobre sus jugadores de creación. Una cosa es tener la pelota y otra dominar el encuentro. El conjunto amarillo se atasca con el balón y le cuesta un mundo llegar a puerta con claridad. Le ocurrió en el choque contra el Granada B, que perdió por 0-1 y volvió a tropezar con la misma piedra en la visita al campo del Algeciras, donde sólo generó peligro al principio y después en una acción aislada en la segunda parte. Contra el Marbella salió del atasco con dos goles a balón parado. Las llegadas a puerta y la definición con algunas de las asignaturas pendientes en los últimos tiempos de un equipo que, sin embargo, es el tercer máximo goleador del grupo IV con 33 tantos, sólo por detrás del Real Murcia (36) y el Real Jaén (34).

Otro de los obstáculos que debe sortear el Cádiz es la presión del contrario en el centro del campo. Los adversarios despliegan su energía para provocar un cortocircuito en la elaboración. Lo consiguió el Granada B, el Algeciras y el Marbella hasta que llegó el 1-0.

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