cádiz-marbella

Ganar por encima de todo

  • Los amarillos miden su capacidad de reacción con el deber de lograr el triunfo ante un rival en forma Vuelven Güiza y Lolo Plá, y Pol Ballesté y Jandro son bajas por problemas físicos

Pocos podían imaginar a principios de temporada, allá por finales del mes de agosto de 2015, que el Cádiz iba a llegar a la 24ª jornada del campeonato nacional de Liga (más de cinco meses después) enmarañado en su momento más complicado, con el liderato casi perdido del todo y bajo la máxima presión después de dos dolorosas derrotas consecutivas (frente a Granada B y Algeciras) que han hecho mucho daño por la fuga de puntos y las negativas prestaciones de una escuadra envuelta en un mar de dudas tras quebrar una dinámica de tres éxitos concatenados (ante Real Jaén, Recreativo de Huelva y Cartagena). Momento delicado para el equipo y también para el entrenador, Claudio Barragán, en una situación incómoda de la que sólo puede salir ileso con la solución de la victoria. No hay otra. El banquillo es siempre la parte más frágil, la que antes se rompe cuando las cosas no funcionan.

El conjunto amarillo recibe al Marbella (cinco de la tarde en el estadio Ramón de Carranza) el primer sábado de Carnaval con la inexcusable obligación de conjugar el verbo ganar delante de una afición dispuesta a dar su aliento pero a la vez preparada para exigir a los suyos. La respuesta de la hinchada dependerá de lo que sea capaz de ofrecer un equipo que tiene que reaccionar sin demora.

El preparador cadista no puede contar con Jandro, con molestias musculares en una pierna, ni con el portero Pol Ballesté, que arrastra problemas físicos y será suplido en la convocatoria por Álex Lázaro, del filial. La doble novedad en la zona de ataque es el previsible regreso al once inicial de Dani Güiza y Lolo Plá, ausentes por sanción en la visita al Nuevo Mirador.

La necesidad del triunfo va aparejada al objetivo de entrar en la fase de ascenso. Si no puede ser como campeón de grupo en una misión que se ha vuelto casi imposible (está nada menos que a nueve puntos del Real Murcia), debe amarrar al menos otras de las tres plazas de privilegio. El Cádiz inicia la jornada desde la cuarta posición con dos puntos menos que el segundo y el tercer clasificado (Sevilla Atlético y UCAM Murcia, respectivamente) y está metido de lleno en la pelea por quedar subcampeón, aunque la prioridad inmediata es evitar que el quinto en la tabla, el Granada B, apriete aún más a los gaditanos, a los que ha recortado seis puntos en las últimas dos semanas hasta situarse a sólo cuatro y además con el goal average a su favor. Sumar tres contra el Marbella es vital para mantener la distancia e incluso agrandarla si el filial nazarí no lo hace en su encuentro a domicilio contra el cuadro sevillista.

No ha sido una semana fácil para el Cádiz. Todo lo contrario. El duro revés ante el Algeciras, por la derrota y la pésima imagen, acrecentó la indignación de la afición y aumentó las críticas de los medios de comunicación. El club se movilizó para reclamar la unión de todo el cadismo en pos del objetivo del ascenso e incluso lanzó una campaña con el hashtag en twitter denominado somosuno. La entidad apela a la unión pero para que reine la tranquilidad no hay otro remedio que la victoria contra un Marbella que comparece en el Carranza inmerso en una racha cinco encuentros seguidos sin ganar y como uno de los mejores visitantes. Se avecina un partido difícil en el que los jugadores locales, a los que se supone sobrada experiencia (el Cádiz dispone de la plantilla con el promedio de edad más elevado del grupo IV de Segunda División B), además de superar a un notable adversario, tendrán que demostrar la madurez suficiente para hacer frente a la enorme presión que les espera.

La plantilla cadista ha trabajado con más ahínco si cabe esta semana con el reto de que no se vuelvan a repetir errores. Uno de los pecados de los amarillos en los últimos duelos es la falta de pegada, con un solo gol en 270 minutos. Además de mejorar la puntería, es urgente tapar los agujeros en la zaga, no permitir que un contrario se revuelva dentro del área sin oposición (así se fraguó el tanto del Algeciras) y defender con mayor contundencia las acciones a balón parado (el Granada B marcó a la salida de un saque de esquina).

En el Marbellla son bajas Juanfri y Javi Hernández, mientras que Gabi Ramos es duda. Sobresale la presencia de Apoño, con el que el equipo malagueño da un salto de calidad.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios