El Cádiz no esconde sus cartas. Se las juega todas con una arriesgada apuesta por la veteranía para tratar de dar por fin el anhelado salto a Segunda División A en la sexta tentativa desde el último descenso a la categoría de bronce, consumado a mediados de 2010. El club no ha conseguido dar con la tecla en los sucesivos intentos (con diferentes propietarios, dirigentes, entrenadores y jugadores) y los movimientos producidos a lo largo del mercado de invierno que acaba de terminar han ido dirigidos sin rodeos a la contratación de futbolistas mayores de 30 años, experimentados, con miles de kilómetros de recorrido sobre el césped y curtidos en mil batallas.

Está por ver si da resultado el que se podría denominar método Real Oviedo. El conjunto carbayón consiguió el ascenso la temporada pasada (fue verdugo de la escuadra gaditana en la fatídica eliminatoria entre campeones) con un fuerte soporte de jugadores veteranos en su plantilla (Esteban, Dani Bautista, Generelo, Susaeta, Héctor Font, Linares, Cervero...).

La llegada de jugadores más que fogueados supone un claro envejecimiento de la plantilla cadista, que pasa de los 26,7 años (promedio de las edades de todos sus integrantes) al comienzo de temporada a los 28,7 de ahora. Es decir, dos años más una vez cerrado el mercado de invierno. Es, con diferencia, el plantel más viejo del grupo IV de Segunda División B, casi un año más que el del Villanovense, el segundo de mayor edad (27,8). El caso del Real Murcia, líder destacado después de 24 jornadas de Liga, es el vivo ejemplo de que no hace falta una plantilla entrada en años para estar arriba. Con 25,6, tres menos que la del Cádiz, es la novena más joven del grupo y una clara candidata al ascenso. El caso del Sevilla Atlético es también llamativo, segundo clasificado con el plantel más joven, que apenas supera los 20 años (20,4), ocho menos que los amarillos.

La plantilla del Cádiz es la segunda de mayor edad de toda la categoría de bronce, sólo superada por el Olimpic de Xátiva, con 29,4 y ubicado en la zona de descenso del grupo III. La más joven es la del Real Madrid Castilla, con 19,8 y segunda clasificada del grupo II.

Los cambios realizados por la entidad cadista en enero, además de culminar la limpieza de la plantilla de la pasada campaña (sólo sobreviven cuatro jugadores del curso anterior: Andrés Sánchez, Servando, Mantecón y Fran Machado) desvelan el camino trazado por el club. Los siete los futbolistas descartados en invierno (un tercio del plantel) son veinteañeros -Kike Márquez tiene 26, Wilson Cuero (25), Hugo Rodríguez (26), Garrido (26), Josete (27), Cristian Márquez (23) y Tomás (22)- que hacen una media de 25 años. Los fichados son, en cambio, treintareños salvo el sub'23 Xavi Carmona (23): David Sánchez (33), Jandro (cumple 37 este mes), Migue González (35), Ranko Despotovic (33) y Carlos Calvo (30). La media de edad de los que han aterrizado es de 31,8 años, casi siete más de los que han cambiado de aires.

Más de la mitad de los componentes de la retocada plantilla cadista, 11 de los 21, han llegado ya a los 30 años. El mayor es Jandro (casi 37) y el benjamín es Alberto Quintana, que alcanzará la veintena a finales de abril. Hay veteranos en todas las líneas: Alberto Cifuentes en la portería (36); Servando (31) y Migue en la defensa; Sergio Mantecón (35), Abel Gómez (33) y David Sánchez en el centro del campo; y Carlos Calvo, Fran Machado (31), Jandro, Dani Güiza (35) y Despotovic en ataque (los extremos, tres cuartos y delantera).