La ronda de dieciseisavos de final de la Copa del Rey entre el Cádiz y el Real Madrid quedó zanjada or la vía deportiva -el club blanco mantiene abierto el caso, aunque a través de la Justicia ordinaria- cuando el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) desestimó el recurso presentado por la entidad del Paseo de la Castellana. El caso estaba tan claro que ni el Comité de Competición, ni el de Apelación, ni el TAD dudaron en dar por eliminado al Madrid por alineación indebida de Denis Cheryshev en el duelo de ida disputado en el estadio Ramón de Carranza. Sobre el futbolista ruso, que incluso marcó un gol en la victoria por 1-3 de los blancos, pesaba una sanción de por acumulación de amonestaciones de la anterior edición de la Copa, cuando jugaba cedido en el Villarreal.

La historia había terminado con la expulsión del Real Madrid y la clasificación del Cádiz -después cayó en octavos ante el Celta de Vigo-, pero ahora se conoce detalles de lo que pasó en la trastienda, cuando el club de la capital de España pataleó durante varias semanas en defensa de una inocencia que nadie se creía. Según el periódico extraconfidencial.com, hasta tres ministros del actual Gobierno (en funciones después de las elecciones generales) presionaron al TAD con el objetivo de que el órgano administrativo le concediese al Real Madrid al menos la cautelar para que pudiera seguir disputando el torneo.

El diario digital se atreve incluso a dar nombres de ministros que hubieran podido tratar de persuadir al TAD. Cita al titular de Asuntos de Exteriores, José Manuel García Margallo, y al responsable de la cartera de Justicia, Rafael Catalá, habituales en el palco de honor del estadio Santiago Bernabéu. Según esa misma información, los dos -además de otro ministro-, se pusieron en contacto con algunos los miembros del TAD para intentar convencerles de que le dieran la razón al Real Madrid con los argumentos de que la competición iba a perder mucho prestigio sin el Madrid y que la alineación incorrecta de Cheryshev fue un error tonto.

El TAD hizo caso omiso a las sugerencias y desestimó las alegaciones del Real Madrid. Eso sí, sus miembros quedaron sorprendidos por el poder del club, capaz de movilizar a ministros del Gobierno de España.