Federico González es uno de los protagonistas de los últimos acontecimientos en el Cádiz. El que fuera vicepresidente y uno de los hombres de mayor peso y compromiso con la causa cadista, habló ayer para Diario de Cádiz de la venta de sus acciones y las que posee la familia Puig. Respetuoso, como siempre lo ha sido, pero claro en sus impresiones, el empresario gaditano entiende que el paso que han dado es lo mejor para el Cádiz. Y es que el club, a pesar de los muchos disgustos que le ha dado, sigue siendo lo primero para él.

Federico González tiene acordado junto a Chico Puig -en nombre de las acciones de su familia, que ostentaba el desaparecido Francisco Puig- la venta del 21% de las acciones del club. La operación está a la espera de que se firme en notaría, el último requisito para que ese paquete accionarial deje de estar en manos de González y la familia Puig, después de muchos años en su poder como propietarios.

Cabe recordar que tanto Federico González como Francisco Puig fueron dos piezas claves, especialmente en el aspecto económico, para el sostenimiento y la supervivencia del Cádiz durante bastantes años, exponiendo su patrimonio para lograr la viabilidad de la entidad. En la actualidad el propio Federico como la familia Puig siguen haciendo frente al pago de un préstamo relacionado con el Cádiz, demostrando su compromiso a pesar de no estar ya vinculada ni una parte ni otra al Consejo.

Federico González explicaba ayer a este medio los motivos que le habían llevado tanto a él como a Chico Puig a vender las acciones a Rafael Fernández Bernal. "Siempre hemos escuchado a todas las personas que se nos han acercado para proponernos algo, pero en el caso de Rafael nos quedamos con la garantía que ofrece su opción. Tenemos ese compromiso con él y sólo falta acudir a notaría a dejarlo todo cerrado". El ex vicepresidente cadista valoraba otro objetivo que también perseguían con la venta. "Se apuesta por una opción de garantía al pasar ese 21% a manos de una persona de Cádiz. Es de aquí y cadista, que es algo que se ha reclamado muchas veces y que yo he repetido en múltiples ocasiones: que las acciones estuvieran en manos de gaditanos. Es bueno para el club".

Desconoce qué pasará a partir de ahora; "no estoy ni con uno ni con otro", dice sobre el lío entre Vizcaíno y Pina. Sí tiene claro que después de los tragos amargos que le ha dado su etapa en el club, "me quedo con la amistad con la familia Puig, que es lo mejor que me llevo del fútbol".