Cádiz CF

José Mari busca un aliado

  • El delantero se pone en manos de Quique Pina, presidente del Granada y colaborador del Cádiz: "Sólo él puede arreglar todo esto"

José Mari está viviendo una pesadilla. El Cádiz le despidió el 26 de agosto y, tal y como el periodista Carlos Medina informaba a través de su twitter, la AFE pide seis millones de euros por la cláusula de rescisión que figura en su contrato y que el Cádiz afirma que no existe. Ayer habló para Diario de Cádiz.

"Ahí está mi contrato federativo, firmado el 1 de julio de 2013, y con el sello de entrada en la Federación Andaluza del 26 de agosto. Está firmado por Florentino Manzano y Sánchez Grimaldi, entonces presidente y vicepresidente del club. Es por tres temporadas (o sea hasta el final de la actual) y con una cláusula de rescisión de seis millones de euros que afecta a las dos partes. Me están acusando de todo, amenazando, cuando sólo trato de que cumplan lo firmado y luchando por mis derechos".

José Mari, repasando los hechos, recuerda que "en esta pretemporada comencé a entrenar con normalidad y jugué partidos en los que muchos medios de comunicación me destacaron. En ningún momento nadie me dijo que estuviera rindiendo poco o que tuviese escasa implicación y compromiso con el equipo, como me acusan en la carta de despido que firma Vizcaíno". Y es que el 26 de agosto el club entregaba en mano al futbolista ese escrito en el que deja al delantero en una situación de total evidencia de mal profesional. "Tengo claro que Vizcaíno miente. Me debían la nómina de julio y los 26 días de agosto, y no me habían dado el finiquito. También afirmaba que nunca había recibido una oferta por mí. O mintió ahora o mintió el 20 de julio del año pasado en Barbate". Según publicó Diario de Cádiz, aquel día Vizcaíno afirmaba que había rechazado una interesante oferta por José Mari, sin desvelar qué club era (se intuye que es el Espanyol, que mostró interés por el futbolista en varias ocasiones) aunque aseguró que no lo vendería "ni por 100 millones". Sin embargo, "el otro día, como publicaron todos los medios, dijo que nunca había llegado una oferta por mí. Se me ha tratado injustamente, me han señalado como pesetero y anticadista, y no soy ni una cosa ni otra. Nunca he tratado de hacerle daño al club, sino defender mis derechos firmados".

Los problemas comenzaron en la pasada pretemporada: "Jorge Cordero habló conmigo varias veces para que fuese cedido al Sanluqueño. Le dije que no porque era mi último año de contrato con el Cádiz y me correspondía licencia profesional en el primer equipo, según ponía mi contrato. Trataron de engañarme; la última vez hace unas tres semanas cuando me presentaron un papel con el nombre del presidente en el que me pedían dos cosas". Primero (copiamos textualmente): 'Que hasta el día de hoy (14 de agosto), el futbolista mantiene contrato en vigor con la entidad hasta el 30 de junio de 2016', con lo cual en la misma frase se produce una incongruencia ya que dice por un lado que finaliza contrato el 14 de agosto y luego añade que el vínculo acaba en junio de 2016. Y segundo: 'Que el club desea que el futbolista deje de entrenar con la primera plantilla de la citada entidad y que pase a entrenar con el equipo filial, el Cádiz B, a cuyas sesiones de entrenamiento deberá empezar a asistir en el día de hoy (14 de agosto)'. El ariete expone que "solicité rectificar el documento, eliminando del punto primero que mantiene contrato hasta el día de hoy (14 de agosto). Y añadir que voluntariamente accedía a entrenar con el Cádiz B hasta el 28 de agosto, fecha a partir de la cual volvería a la dinámica de trabajo del primer equipo", para cumplir la totalidad de condiciones contempladas en su contrato. "Quiero aclarar que yo, desde hace meses, le venía repitiendo al club que terminaba contrato la próxima temporada y que se lo leyeran. Yo creo que, hasta ahora, no lo hicieron ni tan siquiera los abogados del club".

La 'bomba' estallaba el pasado miércoles, cuando Carlos Medina, director de Línea 6, anunciaba que la AFE reclamaba seis millones de euros en concepto de indemnización, según la cláusula de rescisión pactada por las partes.

En nuestra edición de ayer, uno de los abogados del Cádiz, Diego García, afirmaba que no había que pagar seis millones, que era imposible que ocurriese porque la reclamación carecía de fundamentos jurídicos, asegurando que el club no había recibido ninguna notificación. Sin embargo, el Cádiz se puso en contacto con la AFE para llegar a un acuerdo, incluso ofreciendo a día de ayer hasta tres propuestas diferentes incrementando la cuantía en cada una de ellas.

Tanto el jugador como su padre, el también ex cadista José María Pepito, lo tienen muy claro: "No hemos pretendido hacer daño o perjudicar al Cádiz. Eso nunca. Sólo tratamos de que rectifiquen la mala imagen que han dado de José Mari y, por supuesto, cobrar lo que corresponde", añadiendo el jugador que "Vizcaíno y más gente del Cádiz ni se han portado bien conmigo, ni corresponden a la categoría e historia de este club".

Recuerda que prácticamente le obligaron a dejar a su anterior representante y "firmar por Promoesport, empresa dirigida por uno de los hijos de Del Nido y que contaba en Sevilla con Luis Raudona, diciéndome Vizcaíno que de esa forma tendría más oportunidades de jugar en el primer equipo y que llegara un club para ficharme". José Mari, posteriormente, terminaría abandonando la representación de Raudona.

Al futbolista no le han entregado las nóminas, a pesar de pedirlas: "El 6 de agosto me ingresaron 1.100 euros sin especificar de qué mes era; supongo que de junio, pero faltaba dinero. De julio y agosto no me han pagado nada".

Los nervios y la tensión en el Cádiz se dejaron sentir en la mañana del miércoles, ya que presentaron la primera propuesta que mejoraba la indemnización ofrecida anteriormente por el citado despido. "Se me trató de coaccionar con comentarios que podrían sacar para perjudicar mi imagen", indica.

Sobre si hay alguna posibilidad de llegar a un acuerdo en el acto de conciliación o antes, afirma que "lo primero que tienen que hacer es rectificar la carta de despido, firmada por el presidente, porque lo que se dice ahí es mentira; y que el abogado Diego García también rectifique lo que ha dicho a la prensa porque me perjudica gravemente tanto a nivel personal como profesional. En el plazo transcurrido desde el despido he recibido tres ofertas. Yo pregunto, si dicen que no hay ninguna posibilidad de esa cláusula de rescisión, ¿por qué quieren llegar a un acuerdo rápido y que me olvide de todo?".

Insistiéndole sobre dónde estaría el acuerdo, el delantero canterano sorprendió: "Yo en este tema sólo confío en una persona: Quique Pina. No voy aceptar ningún acuerdo en el que él no intervenga. Ya sé que no está oficialmente en el Cádiz, pero sé, como todos, de su colaboración; confío en él totalmente porque siempre que viene aquí está atento, me da cariño, se preocupa y estoy seguro de que no sabe lo que está pasando aquí".

En el reverso de la moneda, José Mari se refiere al actual presidente del Cádiz: "De Vizcaíno ya no me fío nada. Me ha utilizado y ha mentido a la afición y a la prensa. Los hechos y las pruebas están ahí. Sus declaraciones de hace un año sobre la interesante oferta que hicieron por mí, el papel para que renunciara a mis derechos, la carta de despido..., etc.".

El futbolista de San Fernando asegura que "si por las razones que sea Quique Pina no puede o no interviene, nosotros iremos hasta el final por los seis millones de euros. Me gustaría que Pina, por su cadismo y como hombre de fútbol y colaborador del Cádiz, me ayude a resolver el problema que ha provocado Vizcaíno en el momento que me entrega la carta de despido, ya que es él quien la firma".

Para acabar, José Mari denuncia que están recibiendo amenazas "si sigo adelante con lo que recoge el contrato", al tiempo que agrega que "hemos consultado a varios abogados especialistas en derecho deportivo y tienen clara la interpretación de la cláusula de rescisión".

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