Los dirigentes del Cádiz estaban intentando desde hace días cerrar las operaciones de cesión a otros clubes del portero Guille Lara y el delantero José Mari, pero uno de los dos casos tomó ayer unos derroteros tan diferentes como inesperados. Mientras el guardameta trabajó en el mismo escenario que sus compañeros pero aparte del grupo, el punta isleño ni siquiera se ejercitó durante la sesión matinal celebrada en el Ramón de Carranza, a puerta cerrada para evitar posibles espionajes salvo a lo largo del cuarto de hora inicial.

La sorprendente noticia se conoció algo más tarde pues se anunció por parte del club que se había decidido la rescisión del contrato de José Mari, al que de paso deseaba mucha suerte en su nueva etapa deportiva.

Con el tema aún muy calentito, casi en el horno, Manuel Vizcaíno se vio obligado poco más tarde a responder las preguntas de los periodistas sobre el asunto: "José Mari no se ha mostrado de acuerdo con las condiciones que se le planteaban para la cesión y por eso hemos decidido rescindir unilateralmente su contrato con el club. José Mari ha sido una inversión que ha costado mucho dinero al Cádiz durante estos años y no podíamos continuar así con alguien que no quería seguir los pasos indicados por el club. Desde que estamos aquí, jamás recibimos una oferta formal por él".

Cabe recordar que el delantero de San Fernando firmó un contrato profesional por tres temporadas durante la etapa en la que Alessandro Gaucci era el mandamás deportivo, de la cual quedaba la última con el compromiso firmado de contar con ficha federativa de la primera plantilla.

Por cierto, el periodista Carlos Medina desveló anoche en su twitter el contenido de la carta de despido recibida por el jugador. En ella se le acusa de "disminución continuada de su rendimiento en el trabajo -luego la califican como voluntaria- y de escasísimos compromiso e implicación con el equipo". Al parecer, el jugador tiene previsto denunciar la situación ante la AFE durante la jornada de hoy.