El presidente del Cádiz, como máximo dirigente de la entidad, es el gran valedor de la arriesgada apuesta por intentar fichar a Dani Güiza. Sabe lo que se juega con la idea de traer al delantero al Ramón de Carranza, donde históricamente se guarda un mal recuerdo de él por sus comentarios fuera de lugar contra los intereses del Cádiz. Manuel Vizcaíno entiende al cadismo y comprende la sensación que tiene en las últimas horas, aunque apela al beneficio de un proyecto en el que "Güiza puede ser la guinda a la plantilla".

Diario de Cádiz contactó en la mañana de ayer con el dirigente cadista, a fin de saber la situación que existe en estos momentos sobre el futbolista jerezano y si, como parece, su incorporación está muy cerca. Vizcaíno tiene todas las fichas puestas encima de la casilla del jerezano, por el que hace una apuesta decidida, casi a muerte, para que vista de amarillo esta misma temporada y ayude a llevar al Cádiz a Segunda División A. El proyecto no tiene margen para sumar otro fracaso; Vizcaíno lo asume, como también lo hará si cuaja el fichaje de Güiza, y su rendimiento y su comportamiento quedaran lejos de lo esperado. En ese caso, a lo mejor el sevillano tendría que abandonar la Tacita de Plata por la misma puerta que el jugador. Es el precio por una incorporación tan arriesgada. Pero esto del fútbol también es de valientes.

El presidente del Cádiz sabe lo que se cuece cuando la rivalidad está muy presente -su experiencia con el Sevilla y el Betis así lo avala- y que ahora sale a relucir con el pasado xerecista del ariete y sus desprecios hacia el Cádiz. El máximo dirigente aboga por el borrón y cuenta nueva a pesar de entender el dolor que un día causaron las palabras del jerezano. "Para mí, que un jugador de este nivel venga a un Cádiz en Segunda B sería una gran ilusión. A la afición hay que escucharla y si Dani (Güiza) dijo algo, metió la pata y seguro que ahora debe rectificar", advierte.

La cabeza visible del consejo cadista asegura que el fichaje "no está cerrado", pero es un secreto a voces que se encuentran pactadas prácticamente todas las condiciones. Sería una temporada con opción a otra en caso de ascenso, así como diferentes incentivos según los objetivos. Ahí podría entrar el número de goles y los partidos disputados, lo que obligaría al delantero a ir a muerte. "Un futbolista como Güiza puede ser la guinda a la plantilla", indica convencido de lo que él y sus hombres de confianza se traen entre manos. A tenor del ambiente tenso que existe en la masa social desde que ayer salió a la luz que el fichaje estaba cerca, Vizcaíno habla abiertamente de lo que le encantaría que pasara. "Me gustaría que se creara un caldo de cultivo para que no se asustara por unos comentarios de hace diez años, que son imperdonables, pero de eso ha pasado ya mucho".

El interés por el ex jugador del Cerro Porteño paraguayo nació hace unos diez días en el transcurso de una cena con el presidente del Atlético Sanluqueño, Manolo Fernández. Además, hay que apuntar que el actual director deportivo del Cádiz, Jorge Cordero, coincidió en su etapa de jugador con Güiza, cuando ambos estaban en el Mallorca. Fueron dos campañas (1999-00 y 2000-01) en las que compartieron vestuario. "Con todas estas cosas surgió esta maravillosa locura de ir a por un gran jugador", añade Vizcaíno, que sabe lo que puede aportar el futbolista vestido de amarillo. "Nunca destacó por su fondo físico, pero sí por lo listo que es sobre el terreno de juego. Quique Pina lo sacó y todos dijimos por qué no. Él (Güiza) está loco por venir y a muchas personas de su entorno les ha dicho que le gustaría mucho jugar en el Cádiz. Sabe del ambiente del Carranza y está muy ilusionado. Creo que entre todos debemos envolver esta situación para que salga a pedir de boca. Dani (Güiza) es un jugador distinto que puede ayudarnos mucho", finalizaba el presidente del Cádiz.