Con el mes de julio metido en su última semana y con cerca de 7.000 abonados, el Cádiz se puede dar con un canto en los dientes. Sobre todo cuando va a cumplir su sexta campaña consecutiva en Segunda B, está tan fresco el varapalo el pasado play-off y la plantilla que se está confeccionando no ha despertado demasiado entusiasmo en la masa social.

La entidad cadista anunció ayer que está cerca la barrera de los 7.000 abonados que han rubricado su compromiso. Unos 6.300 son de la pasada campaña, por lo que de nuevo han retirado su carnet, mientras que unos 600 son nuevos. El próximo martes se acaba el plazo que dio el club para que a los abonados del pasado curso se les aplique un 20% de descuento respecto al precio para el que no fuera socio en la temporada 2014-15.

La cantidad que ayer dio a conocer la entidad tiene varias lecturas, pero la principal hace pensar que, salvo tirón final entre hoy, mañana y el martes, la cifra de abonados va a ser inferior a la de la pasada campaña (entonces fueron cerca de 11.000). Parece complicado que en tres días se logren 4.000 abonados entre renovaciones y altas nuevas. La otra lectura es que después de la enorme decepción de la pasada campaña y del escaso tirón de las incorporaciones efectuadas, quedarse en ocho o nueve mil abonados sería un número muy destacado en la categoría de bronce pero dejaría lejísimos los 15.000 con los que arrancó el objetivo cuando se presentó la campaña.

Cabe destacar que las taquillas ubicadas en el Ramón de Carranza abrirán hoy, con el objetivo de atender a aquellos seguidores que por diferentes motivos no hayan podido acercarse a retirar su abono. Del mismo modo, hay que apuntar que el próximo martes (día 28) concluye el plazo que dio el club para renovar el carnet acogiéndose al descuento establecido (20%) y manteniendo su asiento. A partir del miércoles no habrá más descuento y la plaza saldrá a disposición del público en general.