Cádiz CF

El campeón ejerce de juez

  • La Balona se pone en manos del Cádiz para optar a la cuarta posición

Con los deberes más que completados con sobresaliente de nota, el Cádiz enfila la recta final del torneo liguero con el estímulo de cerrar la temporada regular con buenas sensaciones a modo de preparación de la esperada fase de ascenso, a la que comparece, a partir del fin de semana del 23-24 de este mes como campeón del grupo IV. Ahiora, sin comerlo ni beberlo, el conjunto amarillo, que nada se juega en los dos últimos capítulos, se convierte en juez tanto en la zona de arriba como en la de abajo. El líder se cruza en el camino de escuadras inmersas, por un lado, en la pelea por el goloso pastel del ascenso y, por otro, en el de condenadas a sufrir hasta final por eludir el descenso. En la 37ª jornada recibe al Villanovense, cuarto clasificado, y en el epílogo visita al Arroyo, 15º a día de hoy.

El entrenador del Cádiz, Claudio Barragán, ya anunciaba hace varios días que su equipo, lejos de relajarse, iba a salir a buscar la victoria en cada encuentro por varias razones, una de ellas para que la competición no se vea adulterada por todo lo hay en juego para los equipos que todavía luchan por hacer realidad sus objetivos. Dicho y hecho. Los gaditanos se llevaron por delante a un Córdoba B -colista- necesitado de puntos en la más clara demostración de que no piensan regalar nada a nadie por más rorotaciones que haya en la alineación. El que quiera derrotar al campeón tendrá que sudar de lo lindo.

Los amarillos pueden influir de manera decisiva en el desenlace de la batalla abierta por la cuarta plaza que mantienen Villanovense y Balona. El cuadro pacense ocupa ese puesto con 58 puntos, sólo uno más que el conjunto linense, quinto. La escuadra campogibraltareña espera que el Cádiz se imponga el próximo sábado a los extremeños en el estadio Ramón de Carranza para que los de La Línea pasen a depender de sus propios resultados. Como mal menor, un empate en el santuario cadista le valdría a la Balona para auparse a la cuarta posición siempre y cuando consiga ganar en el terreno del Marbella.

El caso es que el equipo albinegro se pone en manos del Cádiz, del que espera que dé buena cuenta de un Villanovense que ya se impuso a los amarillos en la primera vuelta por 1-0 en la que supuso la primera derrota cadista con Claudio en el banquillo. Pero en el Carranza debe ser otra historia. El campeón quiere dedicar un triunfo a la afición y dejar buenas sensaciones en el último compromiso en casa antes del comienzo del play-off.

El Cádiz es un equipo fiable en su feudo, como refleja el balance de 13 victorias, cuatro empates y una sola derrota -frente al Sevilla Atlético- en 18 citas como anfitrión. Traducido en puntos, el resultado es una provechosa cosecha de 43 de los 54 disputados (casi el 80%). La cuenta goleadora también es significativa en campo propio: 43 tantos a favor (una media de 2,3 por encuentro) y sólo 7 en contra (0,3 por partido). Sólo se quedó sin marcar en dos duelos (ante el filial sevillista y contra La Roda) y dejó la portería a cero en 13 encuentros.

Si es capaz de mantener su trayectoria en casa, será difícil que el conjunto de Villanueva de la Serena salga con los tres puntos del coliseo gaditano.

En la Balona confían en el potencial del Cádiz y en las ganas de los amarillos por lograr una nueva victoria, amén de las buenas relaciones existentes entre los dos clubes de la provincia que militan en Segunda B.

El entrenador de la Balona, Rafael Escobar, decía el domingo, después del triunfo sobre La Roda, que al Cádiz "sólo le pido profesionalidad. Si ellos son profesionales ganarán al Villanovense. En ese sentido estoy tranquilo. Había que ganar los tres partidos y en ese sentido estoy tranquilo. El Cádiz querrá acabar ganando en su campo y ante su gente".

Si el campeón puede echar un cable a la Balona con el cumplimiento del deber profesional -intentar ganar-, también puede tener influencia en la zona trasera de la tabla, ya que en la última jornada visitará al Arroyo, que esté metido hasta el cuello en la lucha por esquivar la caída a Tercera División.

El equipo extremeño sólo dispone de un punto de ventaja sobre la zona de promoción y descenso y será difícil que pueda dejar amarrada la salvación antes del capítulo final de la Liga, en el que se verá las caras con un campeón que, pleno de ambición, quiere acabar el campeonato en clave positiva.

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