Cádiz CF

La mente está puesta ya más allá de la Liga

  • Las rotaciones reflejan que la prioridad es que los jugadores lleguen al 'play off' en el mejor estado

El once desplegado por Claudio Barragán el pasado sábado en el campo del Lucena es la señal más clara de que el punto de mira del Cádiz está más enfocado ya hacia la fase de ascenso -comienza el fin de semana del 23-24 de mayo- que a las cuatro jornadas restantes de Liga. Hasta seis teóricos titulares se quedaron fuera de la alineación, cinco por decisión técnica -Oinatz Aulestia, Josete, Andrés Sánchez, Juan Villar y Jona- y uno por obligación debido a la lesión sufrida por Óscar Rubio durante el calentamiento previo al inicio del encuentro. El portero fue suplente por vez primera en el torneo de la regularidad, el central se tomó un respiro para dar minutos a Arregi, el murciano empezó en el banquillo entró en la recta final, el onubense reapareció en la segunda parte una vez superada su dolencia muscular y el máximo goleador jugó el último cuarto de hora. La iniciativa del míster de poner a los menos habituales no le terminó de salir bien, aunque la derrota quedará en el olvido siempre y cuando el equipo corrija errores y compita con garantías en la eliminatoria.

El conjunto amarillo será campeón del grupo IV de Segunda División B más pronto que tarde y la prioridad absoluta del cuerpo técnico es que todos los jugadores lleguen a la fase de ascenso en las mejores condiciones posibles. El elevado margen de puntos sobre el segundo -nueve- abrió la puerta de las rotaciones en Lucena y, aunque el preparador cadista sostiene el discurso de que cualquier integrante de la plantilla puede ser titular, el resultado adverso cosechado frente al entonces penúltimo clasificado y el pésimo partido reflejan lo contrario.

Desde que el Cádiz se ve como campeón, el rendimiento del equipo ha bajado enteros y los marcadores no acompañan como antes. La tarea para cumplir el primer objetivo de la temporada está casi finalizada y, aunque el margen de error es amplio, tres jornadas consecutivas sin conocer la victorias son demasiadas para un equipo al que no le conviene entrar en el play-off en una dinámica negativa de resultados. Cuantas menos dudas, mejor.

Está por ver ahora si Claudio Barragán sigue apostando por las rotaciones en el próximo choque liguero contra el Cartagena, que se juega la vida en pos de la permanencia e irá a por todas, o por el contrario se decanta por los supuestos titulares para buscar una victoria con la que cerrar la Liga de manera definitiva. El Cádiz comparece en casa y no puede permitirse el lujo de sumar un nuevo tropiezo en su feudo que no sería bien acogido por la afición.

La hinchada acumula un quinquenio de continuas decepciones desde el último descenso a la categoría de bronce y quiere ver ganar a su equipo, al que despidió con pitos tras el empate obtenido frente a la Balona en el último duelo disputado en el estadio Ramón de Carranza que no dejó buenas sensaciones.

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