Siempre pasa algo para que Claudio Barragán no pueda contar con todos los jugadores. Sanciones, lesiones… Cada semana está marcada por algún inconveniente que, por fortuna, no afecta a la cuenta de resultados de una escuadra que va lanzada hacia la fase de ascenso como primer clasificado del grupo IV salvo hundimiento en la recta final de la Liga. En el Cádiz cruzan los dedos para que cuando llegue la hora de la verdad, a partir del 23-24 de mayo, todos los integrantes de la plantilla estén sanos y libres de castigo federativo.

De los 17 partidos ligueros dirigidos por el técnico desde su aterrizaje a finales de noviembre, sólo en uno de ellos dispuso de todo el plantel para poder confeccionar la convocatoria sin limitaciones. Ese bendito dolor de cabeza lo padeció el míster en el choque contra el Betis B que daba inicio a la segunda vuelta. Los entonces 20 futbolistas del Cádiz -todavía estaban Kike López y Galindo y aún no había llegado Hugo- estaban preparados para jugar y el entrenador tuvo que afrontar la difícil tarea de hacer cuatro descartes.

En las jornadas precedentes y en las posteriores a ese encuentro, nunca pudo Claudio elegir entre todos porque siempre había al menos un jugador de baja. En su estreno en el banquillo contra el Lucena, el valenciano se encontró con tres obligadas ausencias, los lesionados Óscar Rubio y Fran Machado, y el sancionado Josete. En los tres siguientes compromisos -contra Cartagena, Córdoba B y Villanovense- el único que no pudo pelear por un puesto fue Óscar Rubio, ausente también en la primera cita de 2015 y la última de la primera vuelta frente al Arroyo, en la que tampoco estuvo el entonces sancionado Airam Cabrera.

Después de poder contar con todos en la visita al filial verdiblanco, Migue García, sancionado causó baja en el desplazamiento a La Roda, idéntico motivo que dejó en la grada a Mantecón y Garrido en el partido contra el Marbella, y a Juan Villar y Juanma Espinosa en el enfrentamiento contra el Granada B. En el encuentro contra el Jaén, en el que el equipo amarillo se aupó al liderato, el preparador cadista se quedó sin Andrés Sánchez, aquejado de un esguince de tobillo que también lo dejó fuera de combate en el envite contra el UCAM Murcia, del que también se ausentó Jona por problemas físicos. El momento más delicado lo vivió el técnico a la hora de hacer la lista para acudir al campo de La Hoya Lorca. Se unieron todas las circunstancias adversas: lesiones de Andrés Sánchez y Fran Machado, sanción de Servando y baja de Hugo al no poder medirse al que hasta hace poco había sido su equipo a no ser que el Cádiz abonase 10.000 euros. Claudio tuvo que recurrir al juvenil Alberto para completar la lista. En el siguiente partido, contra el Melilla, Andrés Sánchez seguía de baja y tampoco estuvo disponible Migue García por molestias físicas. Los lesionados Garridos y Jona, además del sancionado Airam Cabrera, se perdieron el encuentro frente al Cacereño.

El medio vasco fue el único que no llegó a tiempo para el partido contra el Sevilla Atlético, y tampoco estuvo presente en la visita al San Roque de Lepe, en la que el delantero canario fue baja de nuevo por castigo del Comité de Competición. Claudio no pudo contar con Juanma Espinosa para el reciente duelo contra el Almería B y el entrenador ya sabe que en la inminente cita con El Palo no podrá convocar a Juan Villar, que sufre una microrrotura muscular. Garrido tiene una sobrecarga y no lo tiene fácil.

Sólo seis jugadores han estado siempre disponibles desde la llegada de Claudio: los porteros Aulestia y Alonso, los defensas Arregi y Tomás, el centrocampista Navarrete y el mediapunta Kike Márquez.