El Cádiz afronta el sprint definitivo del campeonato de Liga con todo a su favor para ser campeón del grupo IV. Restan ocho jornadas que encara con el optimismo que otorga el colchón de seis puntos de margen sobre el UCAM Murcia, la mayor diferencia sobre el segundo que ya dispuso hace un par de semanas y que ahora vuelve a atesorar en un tramo importante del torneo de la regularidad.

El reto que se marca el conjunto amarillo en el horizonte cercano es que esa ventaja de media docena de puntos no sufra una nueva reducción e incluso aumente si el equipo universitario no consigue seguir el ritmo imprimido por un líder que está dispuesto a llegar a la fase de ascenso con la bandera del privilegiado primer puesto. El premio es disponer de una segunda oportunidad en el caso de que el ascenso no se convierta en realidad en la primera tentativa.

El calendario reserva un partido más en casa al Cádiz que al UCAM en lo ocho capítulos ligueros pendientes hasta mediados del próximo mes de mayo. Los amarillos se los reparten a partes iguales de cuatro encuentros en casa -ante Almería B, Balona, Cartagena y Villanovense- y otros tantos a domicilio -visitas a El Palo, Lucena, Córdoba B y Arroyo, todos inmersos en la dramática batalla por la permanencia-. A los murcianos les esperan cinco salidas -dos consecutivas frente a Arroyo y La Hoya Lorca, y después ante Cacereño, San Roque de Lepe y El Palo- y tres duelos en su feudo -Melilla, Sevilla Atlético y Almería B-.

El equipo entrenado por Claudio Barragán está obligado a mantener pisado a fondo el acelerador ahora que tiene un poco más cerca el objetivo de la primera plaza. Seis victorias más le aseguran el billete como campeón con destino a la fase decisiva de la temporada, aunque serán necesarias menos en el caso de que el segundo en la tabla se vaya dejando más puntos por el camino.

Llegar a los 80 puntos garantiza el título al Cádiz porque esa es la máxima cifra que puede alcanzar el UCAM, y en caso de empate entre los dos aspirantes al trono los gaditanos salen ganadores gracias a su mejor balance goleador general (20 tantos más que los murcianos) al estar igualados en el particular.

Esos 80 puntos supondrían la mejor marca del conjunto gaditano en sus 15 campañas como militante de una categoría de bronce de la que quiere escapar. La puntuación más alta proviene del brillante curso 2008/09, con Javi Gracia en el banquillo, cuando el Cádiz fue campeón con 79. En el ejercicio 2011/12, con Jose González como entrenador, el cuadro gaditano amarró la primera posición con la nada despreciable cantidad de 76 puntos.

La situación actual del Cádiz como inquilino estable de la cima -lleva siete jornadas en lo más alto- es similar a de otros líderes de Segunda División B. En el grupo I, el Oviedo aventaja en siete puntos al Murcia y todo apunta a que será campeón si no decae en la recta final. En el III, el Nástic de Tarragona disfruta de una distancia de cinco puntos sobre el Lleida y es el máximo favorito para acceder a la eliminatoria entre campeones. En el II hay un auténtico galimatías de difícil resolución. Domina el Huesca, pero con un solo punto más que Real Unión de Irún y Guadalajara, dos por encima del Toledo y tres por delante del Athletic B, quinto. No hay un favorito claro para liderar el grupo más igualado, que se apresta a vivir un final de Liga de infarto.