Cádiz CF-Sevilla Atlético

Serio aviso para el futuro (0-2)

  • Los errores y la espesura en ataque masacran al líder, que tira el partido al conceder un gol y ser expulsado Airam en apenas un minuto Primera derrota en casa de la temporada

El Cádiz ofreció ayer el mejor ejemplo posible de lo que no debe hacer nunca si de verdad quiere ascender a Segunda A. Desplegó un amplio alarde de ineficacia en el peor partido de la temporada en casa con diferencia. El fortín del Carranza saltó por los aires en la primera derrota como local de un Cádiz que, en plena recta final de temporada, dejó escapar tres puntos de oro frente a un Sevilla Atlético que, sin hacer nada del otro mundo, se limitó a protegerse atrás y a aprovechar los regalos de un líder que no dio ninguna pista de su condición. De nada le sirvió a los amarillos tener un  control de partido que resultó estéril porque apenas tiraron a puerta (el primer lanzamiento en la dirección adecuada no llegó hasta la segunda parte) y además jugaron 70 minutos con un hombre menos por la expulsión de Airam Cabrera. 

 

Los gaditanos no cazaron un solo balón dentro del área visitante, no dieron una derechas y la capacidad de reacción ante la adversidad brilló por su ausencia. Recibieron toda una lección con la que bajaron a la tierra en un batacazo que, por fortuna, tiene solución. Un rival ubicado en la zona baja de la tabla, cuajado de jóvenes inexpertos, sacó los colores a un equipo amarillo desactivado con el simple sentido común que aplicaron los hombres vestidos de rojo. Todas esas cifras que habían situado al Cádiz en el olimpo de la excelencia -el mejor equipo de las tres divisiones nacionales en 2015 hasta ayer- quedaron borradas de un plumazo en una mañana aciaga en la que el equipo entrenado por Claudio Barragán puso de relieve su condición humana y, por tanto, su imperfección. Si en las anteriores citas las cualidades habían solapado los defectos, ayer ocurrió todo lo contrario en el primer choque perdido del año. 

 

La consecuencia de la derrota es que la diferencia de seis puntos del líder sobre el segundo se reduce a la mitad. El conjunto amarillo está obligado a seguir con el cuchillo entre los dientes para defender un liderato que de momento no peligra. El varapalo no deja ser un accidente que en principio no altera la hoja de ruta con vistas al objetivo de quedar campeón, aunque sí reabre las dudas para cuando llegue la hora de la verdad en la fase de ascenso. Errores como los de ayer se pagan caros en los play-off.

Dos novedades presentaba la alineación del Cádiz respecto a la del duelo en Cáceres. Mantecón encontraba hueco en la medular y Airam Cabrera volvía tras cumplir un partido de sanción. Claudio Barragán dejaba en el banquillo al pichichi del grupo IV, Jona, y se quedaban fuera del acta Arregi y Migue García.

 

Sólo tardaban cinco minutos los locales en aparecer con peligro en el área contraria con un servicio de Óscar Rubio desde la derecha que casi cabecea Kike Márquez en el punto de penalti. Un acercamiento engañoso a la postre. El líder se ceñía al guión previsto y acorralaba a un rival agazapado en su parcela que concedía pocos espacios. Lo intentaban los amarillos por la derecha, la izquierda y el centro, pero una y otra vez chocaban contra una muralla roja con cimientos sólidos.

 

Tomás iniciaba una serie de lanzamientos lejanos del Cádiz que siempre salían desviados. No terminaban de encontrarse cómodos los anfitriones pese a la apariencia de control de un partido que se complicaba más de la cuenta en un par de minutos. En el 19, gol del Sevilla Atlético. En el 20, expulsión de Airam Cabrera. No hacía daño en ataque aunque el Cádiz tampoco sufría atrás hasta que una acción puntual dejaba en evidencia las carencias en la medular y en defensa. Mantecón, en un error impropio de un jugador de su experiencia, perdía el balón de manera absurda en el centro del campo ante el empuje de Juan Muñoz y el delantero del filial de Nervión se marchaba por velocidad de los centrales para batir con disparo raso y cruzado a Aulestia. Un gol de la nada fruto del desacierto local y el mérito del delantero. 

 

Sin tiempo para asimilar el varapalo, el Cádiz sacaba de centro y en la disputa del balón Airam Cabrera propinaba una fuerte patada a Borja. El árbitro, muy cerca de la jugada, desenfundaba la cartulina roja con la rapidez de un pistolero del oeste y el líder se veía de golpe y porrazo por debajo en el marcador y en inferioridad numérica. Cuatro meses hacía que el Cádiz no recibía un tanto en casa -ante el Palo- y seis que no se quedaba con un hombre menos -frente al Granada B-, pero nunca habían coincidido las dos adversidades en un fortín del Carranza que se tambaleaba. Los locales afrontaban toda una prueba de madurez que no superaban en una primera parte en la que no era capaces de poner la pelota entre los tres palos.

 

Los cachorros sevillistas se venían arriba y en el 25 amenazaban con un segundo gol evitado por Aulestia, que desviaba el tiro de Borja desde la frontal.

 

Un penalti reclamado por supuesta mano de Martínez (en el 36) poco después de un nuevo intento de Tomás, que se escapaba alto, conformaba el escaso bagaje de un Cádiz todo voluntad pero nulo en acierto.

 

Poco más de sí daba una primera parte sin ritmo en la que el balón había rodado poco desde el 0-1 porque los visitantes habían pasado más tiempo tendidos sobre el césped que de pie.

 

No le quedaba otra al Cádiz que salir a tumba abierta en la segunda mitad en busca de la remontada o el consuelo del mal menor de un empate. Juan Villar avisaba en el arranque con una acción individual sin premio y poco después (en el 53) protagonizaba el único lanzamiento a puerta hasta ese momento con un disparo raso y colocado que sacaba a lo justo David Soria. Con el tiempo sería la oportunidad más clara y casi la única.

 

A esas alturas ya estaba en el campo Jona, sustituto de un desdibujado Mantecón y Claudio retrasaba a Fran Machado para ayudar a Espinosa en la creación.

 

El desarrollo de la segunda mitad era un calco de la primera. Dominaba con absoluta claridad el Cádiz, aunque sin llegar a inquietar de verdad, hasta que el filial sevillista asestaba el golpe definitivo, en el minuto 66, propiciado por un nuevo error de una zaga endeble incapaz de defender con un grado mínimo de solvencia una falta que Juan Muñoz, en posible fuera de juego, cabeceaba a placer, junto al área pequeña, sin ninguna oposición y en compañía de otros dos jugadores de su equipo también dispuestos a rematar libres de marca. Imposible defender peor una jugada determinante para finiquitar el encuentro.

 

Con 0-2 y en inferioridad numérica, al Cádiz se le agotaba la batería y quedaba fuera de cobertura. No ofrecía respuesta y de poco servían el oxígeno de Hugo Rodríguez y Andrés Sánchez. Tampoco surtían efecto los movimientos ordenados por el técnico, como la ubicación de Juan Villar en el centro del ataque para que Hugo apareciese por la derecha. Pero muy poco ofrecía el Cádiz, por no decir nada, más allá del esfuerzo que se le presupone a todo profesional. Jona, que entraba poco en juego, no alcanzaba por milímetros un centro de Óscar Rubio al corazón del área. El malagueño lo intentaba poco después con un tiro flojo a las manos del portero. El último arreón de los locales se perdía por el sumidero de la impotencia. David Soria atrapaba un misil cercano de Hugo y poco más salvo el tercer tanto visitante que a punto estaba de anotar Carlos Fernández.

Ficha técnica:

Cádiz CF: Aulestia; Óscar Rubio, Servando, Josete, Tomás (Andrés Sánchez, 77’); Mantecón (Jona, 53’), Juanma Espinosa, Juan Villar, Fran Machado, Kike Márquez (Hugo Rodríguez, 63’) y Airam.

Sevilla Atlético: David Soria; Carmona, Candela, Martínez (Beto, 63’), Matos; Luismi (Tena, 54’), Mode, A. Romero, Borja, Juanje (Carlos Fernández, 87’) y Juan Muñoz.

Goles: 0-1; Juan Muñoz (20’). 0-2; Juan Muñoz (68’).

Árbitro: Guillermo Cuadra Fernández, del colegio balear. Mostró cartulina amarilla a Mantecón, Kike Márquez y Tomás, del Cádiz CF y a Borja, Luismi, Carmona y Martínez, por el Sevilla Atlético. Expulsó con tarjeta roja a Airam (22’).

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios