Hay secretos que quedan en el terreno de juego, pero ayer el lateral izquierdo Tomás sacó a relucir uno de esos que sólo saben los profesionales que se visten de corto. El algecireño no tuvo reparos en reconocer que Aulestia tiene un papel muy importante cuando le toca jugar. El veterano aconseja al novel.

A Tomás, que cumple su tercera campaña en el primer equipo a pesar de sus 21 años, le pesan los despistes que sufre sobre el campo y de los que se encarga Aulestia. "Muchas veces me despisto, pero siempre tengo a Aulestia muy encima para concentrarme en el partido", advierte el jugador formado en la cantera, quien asegura que "cuando un compañero te grita en un partido te sirve para no perder la concentración". "La comunicación es clave porque un fallo te puede costar un gol. Estamos trabajando en esa faceta".

Para Tomás, Aulestia es su escolta o guardián personal; ese compañero que vela por su bien que será el del equipo. Los 12 años de diferencia entre uno y otro provoca que el cancerbero vasco vea al algecireño como un hermano menor.

El portero no esconde la realidad y sabe que es necesario tener a todos en alerta. Así lo dijo ayer. "Hay que saber el momento del partido para saber a quién se puede apretar o dar una voz de ánimo. Unos no se lo toman igual que otros, aunque nos llevamos muy bien y cualquier crítica en el partido nos la tomamos bien".