Ninguno de los equipo que componen el amplio espectro de la Segunda División B presenta esta temporada una hoja de servicios en casa tan brillante como el Cádiz. Ni siquiera el Oviedo, principal referencia de la categoría de bronce (el líder del grupo I, con 59, es el que más puntos atesora de los 80 que configuran el tercer escalón del fútbol español), que ha llegado a perder un partido en el Carlos Tartiere (en la 15ª jornada frente al Zamora por 0-1) y a ceder dos empates (1-1 ante la Cultural Leonesa en el 25º capítulo liguero y 0-0 contra el Racing de Ferrol hace un par de días).

El único anfitrión tan fuerte como el Cádiz es el UCAM Murcia, la gran revelación que, al igual que los amarillos, sólo ha dejado escapar tres empates en su campo, la vieja Condomina -ante Arroyo (2-2), Cacereño (1-1) y San Roque de Lepe (2-2) en la primera vuelta-.

El líder desde el pasado 11 de febrero ha convertido en hechos el objetivo de hacer del estadio Carranza un auténtico fortín del que pocos salen vivos. Noventa minutos se hacen eternos para cualquier visitante del santuario cadista, como le sucedió el pasado domingo al Melilla, que aguantó el tirón hasta que el primer gol de los anfitriones en el minuto 76 acabó con su resistencia.

Espoleado por una afición ilusionada, el Cádiz aprieta al máximo hasta doblegar a casi todo el que se pone por delante. Las últimas siete citas en el barrio de La Laguna se saldaron con triunfo y la portería local intacta. El balance global de 14 partidos como anfitrión arroja cifras que rozan la perfección: 11 victorias, tres tablas y ni una sola derrota. La Roda, Granada B y El Palo han sido los únicos capaces de pescar igualadas que ya quedan lejanas en el tiempo (tercera, quinta y 13ª jornada). Granadinos y malagueños lograron el empate la recta final. Los otros contendientes que han pasado por el Carranza se han marchado de vacío (Betis B, La Hoya Lorca, Cacereño, San Roque de Lepe, Lucena, Córdoba B, Arroyo, Marbella, Jaén, UCAM y Melilla). En total, 36 puntos de 42 posibles, es decir, el 85 por ciento de los disputados. El Cacereño es el único equipo que ha llegado a ir por delante del Cádiz en el Carranza gracias al golazo desde el centro del campo de Plata que dio ventaja al visitante durante 27 minutos. Uno de los pilares sobre el que se asienta la trayectoria intachable en casa de los amarillos son los escasos tres goles recibidos, una cantidad que nunca había sido tan baja a estas alturas del curso durante su estancia en Segunda B.

La fiabilidad de los gaditanos en su feudo es máxima hasta el extremo de firmar, hasta la fecha, los mejores números como local en sus 15 campañas en Segunda B. El Cádiz está en disposición de pulverizar un par de récords en su condición de equipo local si es capaz de mantener la línea de fortaleza. Si gana los cinco partidos de Liga que le restan en el Carranza -ante Sevilla Atlético, Almería B, Balona, Cartagena y Villanovense-, alcanzaría los 51 puntos en su feudo, uno más que los 50 con los que fijó se mejor cuenta justo la temporada anterior, cuando sólo cedió siete puntos fruto de dos empates y una derrota. Con más de medio centenar de puntos en casa, basta con hacerlo medio bien a domicilio para tener muchas papeletas para quedar primero al final del torneo de la regularidad.

Ni siquiera el brillante equipo dirigido por Javi Gracia en el ejercicio 2008/09 se mostró tan enérgico en campo propio -se quedó en 37 puntos caseros en 19 partidos-. Eso sí, obtuvo más puntos lejos (42) que dentro pata acabar campeón del grupo IV con 79.

Con los tres tantos en contra que acredita a falta sólo de cinco jornadas en casa, es factible también que el Cádiz pueda terminar con el menor número de goles recibidos en su coliseo, cifrado ahora en los 9 de la campaña 2011/12 -sin contar la fatídica fase de ascenso-.