El técnico de la UD Melilla, Fernando Currás, compareció ayer en la sala de prensa del Álvarez Claro para valorar el partido que su equipo disputará mañana en el Ramón de Carranza. El entrenador de los azulinos destacó la ilusión que hay en el vestuario por jugar en un escenario como el de esta jornada, pero dejó claro que la recompensa en juego es la misma, tres puntos: "El partido llega en un buen momento. Somos dos equipos con buenas rachas, es una obviedad porque los números están ahí. Lo importante es lo que está por venir. Hay tres puntos en juego muy importantes. Es el Cádiz, el Ramón de Carranza, la afición, etc., que hacen un contexto espectacular, es un lujo en Segunda B jugar en el Ramón de Carranza. Por historia y afición deberían estar en otra categoría, pero al final son tres puntos iguales que los demás. Espero que nuestros futbolistas salgan a competir contra un buen rival que nos lo va a poner muy difícil".

Sobre el rival, Currás destacó su potencial: "Es un equipo que no necesita arrollar con un fútbol asociativo o de mucha posesión. Tienen peligro de por sí y es difícil sujetar esas individualidades. La afición empuja mucho y si ellos encuentran su momento es un equipo muy poderoso. La idea que tengo es que suframos centrándonos en el juego. Estoy seguro de que el equipo va a responder. Nos vamos acostumbrando a superar retos, pero también estoy seguro de que el Cádiz va a pelear por el partido y también están muy concienciados de ello. A ver quién sale victorioso".

Dos jugadores de la plantilla mantienen la condición de dudosos: "David Sánchez es duda, a ver cómo evoluciona de cara al domingo. Sufian tiene problemas de pubis, es una lesión de paciencia y mentalmente desgasta mucho. Espero que pueda estar el domingo al nivel que está demostrando", explicó ayer el entrenador de los azulinos.