No ver puerta en sólo tres partidos de Liga, ya lejanos en el tiempo -los compromisos ante La Roda en casa (0-0 en la tercera jornada), y UCAM (1-0 en la sexta) y Villanovense (1-0 en la 18ª) a domicilio, todos en la primera vuelta-, de los 26 disputados desde finales de agosto de 2014 refleja con meridiana claridad el enorme potencial ofensivo del Cádiz, el equipo más goleador del grupo IV con 47 tantos y el segundo de los 80 que configuran toda la categoría de bronce por detrás del excelente Oviedo (líder del grupo I), que presenta una meritoria tarjeta de 58 dianas -el único conjunto que atesora un promedio de dos tantos por encuentro-.

El soporte anotador del conjunto que manda en la clasificación de su grupo se asienta sobre tres hombres que llevan el gol en su código genético: Jona, Airam Cabrera y Juan Villar. Sobre ellos recaen el peso goleador del equipo, una tarea con la que están encantados. El tridente más demoledor de Segunda División B acapara el 72 por ciento de los goles de su equipo. Los tres suman 34, repartidos entre los 15 del malagueño (pichichi del grupo IV), los 10 del tinerfeño y los 9 del onubense. Los 13 restantes son para Fran Machado (tres), Kike Márquez (dos), Migue García (dos), Josete (dos) y uno Andrés Sánchez, Óscar Rubio, Garrido y en propia puerta. El porcentaje contabilizado desde el arranque de campaña se mantiene en los ocho partidos jugados en 2015, en los que el trío de artilleros firma 13 de los 18 tantos: media docena Jona, cuatro Airam y tres Juan Villar. En los últimos cuatro duelos (ante Granada B, Jaén, UCAM Murcia y La Hoya Lorca) la autoría de los goles es cosa de ellos.

El Cádiz tiene el privilegio de contar con tres depredadores del área que garantizan el gol en casi todos los partidos. Si no aparece uno, lo hace otro, dos a la vez (en ocho encuentros) o incluso los tres. Sólo en la goleada (4-0) contra el San Roque de Lepe marcaron los tres en un mismo partido (dos hizo Villar y uno Airam y Jona).

Casi siempre que marca el Cádiz, en el acta del encuentro, en el apartado que recoge los goles, figura al menos el nombre de uno de ellos. Los envites frente a El Palo y la Balona son los únicos en los que, habiendo visto puerta el equipo amarillo, no están entre los anotadores ninguno de los integrantes del tridente matador. Josete marcó en el empate (1-1) en casa frente al conjunto malagueño, mientras que Kike Márquez acertó en el único tanto en la derrota liguera (2-1) ante la Balona en La Línea.

El domingo comparecen en el estadio Carranza Cádiz y Melilla, los dos equipos más en forma del grupo IV. Se avecina un duelo complicado para un conjunto amarillo que afronta la obligación de ganar para hacer bueno el empate cosechado en Lorca y conservar al menos la diferencia de tres puntos respecto al UCAM Murcia. La escuadra gaditana está acostumbrada a perforar la portería contraria. En los últimos 20 encuentros sólo se quedó a cero en la visita al Villanovense. En casa, el balance es todavía más favorables a los amarillos, que casi nunca dejan de marcar delante de la afición. La única vez que no mojaron fue en el duelo ante La Roda hace ya casi seis meses. Después pasaron 11 equipos y todos se llevaron al menos un tanto. De los 29 goles marcados por el Cádiz en casa hasta la fecha, 21 llevan la rúbrica del trídente exterminador -de nuevo el 72 por ciento-. Por sus botas, por sus cabezas, pasan buena parte de las opciones de victoria, siempre con la premisa del trabajo colectivo de todo el equipo.