Cádiz CF

Día 1 de la era Claudio

  • El nuevo técnico permaneció ayer muy encima de todo el trabajo efectuado por la plantilla en la primera sesión bajo su mando. Hubo charla con Jorge Cordero y Javier Manzano.

El 'nuevo' Cádiz bajo la batuta de Claudio Barragán comenzó ayer una etapa diferente en la que se busca reconducir el rumbo del equipo amarillo hacia la primera posición del grupo IV. El entrenador valenciano tuvo su primera toma de contacto con el grupo después de ser elegido sustituto de Antonio Calderón. Claudio permaneció muy encima del trabajo que desarrollaron sus pupilos y dejó entrever en algunos momentos la intensidad que persigue para su equipo. Junto a él, el hombre que será su mano derecha en la aventura en la Tacita, Alfredo Santaelena.

El campo número 4 de las instalaciones de El Rosal fue escenario de un entrenamiento esperado al que asistieron algunos aficionados que quisieron ser los primeros integrantes de la masa social en ver en acción a los nuevos directores de orquesta. La sesión tuvo un poco de todo, algo lógico cuando llega un nuevo preparador. El cuerpo técnico estuvo dialogando con el director deportivo, Jorge Cordero, y con el adjunto de éste y responsable de los principales equipos de la cantera, Javier Manzano. También Claudio departió con Óscar Rubio y Fran Machado, los dos lesionados que siguen ejercitándose al margen del plantel.

Cuando el balón comenzó a rodar el preparador cadista exigió intensidad y transiciones rápidas, dejando de esta manera los primeros detalles de lo que persigue bajo su mando. Siguió la evolución de los futbolistas y les pidió que no escatimaran esfuerzos. Cuando los primeros ejercicios dieron paso a un partidillo con las dimensiones del terreno muy reducidas, se le vio solicitando presión para que no existiera tanta facilidad en el lanzamiento a portería por parte del equipo contrario. Del mismo modo lo hizo con la velocidad porque desde un primer momento quiere evitar que el juego del Cádiz sea lento y previsible, lo que es un problema para el equipo y una ventaja para al adversario, que dispone de más tiempo para ejecutar su plan.

Otro aspecto que resultó llamativo y que se conocía de su paso por la Ponferradina, afecta al juego directo. El valenciano no es amigo del toque y toque desde atrás porque se decanta por una mayor verticalidad para estar cuanto antes cerca de la portería contraria. Precisamente para esto se le vio ayer insistiendo en la movilidad, una herramienta ideal para buscar espacios imposibles en las defensas de aquellos equipos que se presentan ante el Cádiz con el firme propósito de dejar su portería a cero. Esa movilidad y velocidad la quiere igualmente cuando toque defender.

Los primeros detalles del Cádiz con el que sueña Claudio cayeron ayer a cuentagotas. Despacito y con buena letra, pero sabiendo por dónde y cómo ir hacia el objetivo. La segunda toma de contacto del nuevo cuerpo técnico tendrá lugar hoy (10:30 horas), otra vez en la ciudad deportiva ubicada en Puerto Real.

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