Cádiz CF

Los retos inmediatos en cartera

  • Los amarillos quieren distanciar a sus rivales y entrar en una buena racha para luchar por el liderato

El regreso a la zona de privilegio de la clasificación tras la meritoria victoria en el campo del Sevilla Atlético otorga a la plantilla del Cádiz el plus de confianza necesario para afrontar los retos a corto plazo que aparecen en el horizonte como tránsito hacia el gran el objetivo del ascenso en el punto de mira. Llegar el primero a la meta requiere una regularidad que es que la se empeña en encontrar el conjunto amarillo, inquilino provisional de una segunda plaza que ahora destila un sabor dulce pero que no es suficiente para un equipo diseñado con la clara intención de aspirar a lo máximo.

La misión inmediata que tienen encomendada cuerpo técnico y jugadores es conseguir la victoria en casa contra el San Roque de Lepe. Sería un triunfo que traspasaría el valor de los tres puntos porque además serviría para refrendar el obtenido la semana pasada ante el filial de Nervión. Sería el tercero consecutivo en la Liga -el cuarto si se une al de la Copa frente a la Balona para pasar a dieciseisavos- que confirmaría la entrada en una racha positiva de resultados hasta ahora desconocida desde el pistoletazo de salida de la campaña 2014/15.

El reto de derrotar a la escuadra lepera no esconde otro de mayor calado que se forja jornada a jornada. Una vez que el Cádiz ha vuelto a la zona de fase de ascenso -después de haber estado en ella en los tres capítulos iniciales del campeonato que ya quedan lejanos-, el plantel no quiere volver a bajar a puestos que no se corresponden con el plan trazado para la consecución del éxito. Todo lo que sea salir del salón noble supondría un paso atrás y la vuelta a las dudas que los amarillos quieren dejar atrás de manera definitiva.

Ganar al cuadro onubense abre la puerta del siguiente reto, que no es otro que marcar distancias con el resto de equipos del grupo IV de Segunda División B. La única manera de conseguirlo es a base de marcadores positivos mientras los demás conjuntos se van dejando puntos en el camino. Los gaditanos han dejado escapar muchos puntos en el inicio del curso (han perdido 13 y han sumado 17 de los 30 ya disputados) y no son pocas las escuadras que, después de diez episodios ligueros, están metidas en la pelea por el acceso a lugar reservado a los mejores. Tan apretada está la clasificación que entre el segundo (el Cádiz) y el noveno (el Betis B) sólo hay una corta diferencia de dos puntos. Ello significa que, tal y como está a día de hoy la tabla, un error no sólo puede propiciar salir como un resorte de la zona de play-off, sino caer además a la altura media y tener a muchos equipos por encima.

De manera paralela al intento de los amarillos de escaparse de los demás rivales en la clasificación, el equipo entrenado por Antonio Calderón se marca otra meta para la que necesita tiempo: el liderato. El primer puesto es el gran objetivo en el campeonato liguero de una escuadra que tiene la exigencia de batallar por la plaza que a la larga da más posibilidades de sacar el billete en dirección a la categoría de plata. El trono lo ocupa con mano de hierro un UCAM Murcia que domina con autoridad el grupo IV pese a ser un recién ascendido en una trayectoria similar a la de La Hoya Lorca la temporada anterior. Los murcianos son los únicos que hasta el momento han derrotado a los amarillos (1-0 en la vieja Condomina).

El cuadro universitario manda en la tabla con 24 puntos, siete más que los amarillos. Eso significa que el Cádiz necesitaría como mínimo tres jornadas para superar al UCAM y encaramarse a la cima en el mejor de los casos. Además de hilvanar victorias, los gaditanos deben esperar sucesivos tropiezos de su adversario más directo, el único de toda la Segunda B que no conoce la derrota. Restan nueve jornadas para el final de la primera vuelta más las 19 de la segunda.

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