La de ayer no fue precisamente una rueda de prensa fácil para Antonio Calderón, a pesar de sentarse ante los medios con tres puntos en la mochila. Rostro serio en el entrenador, que enfrente tenía lo más parecido a un espejo. "Ha costado mucho. Hemos empezado bien, superenchufados y avasallando al rival", señaló antes de lamentar la acción clave del primer tiempo. "En la primera de ellos contra todo pronóstico han metido un golazo. A partir de ahí han aparecido las dudas. No hemos jugado bien, está claro, pero tampoco ha ayudado el campo, si bien no es excusa".

El técnico valoraba los aspectos favorables que había visto en su equipo. "Empezamos con las cosas claras, consiguiendo córners, faltas, dos tiros al poste..., pero es verdad que no estamos en nuestro mejor momento. El gol de ellos ha metido prisas a la hora de tomar decisiones y el partido se ha vuelto muy impreciso".

El preparador gaditano también se alegraba de que "lo bueno es que con estos tres puntos se trabaja con más tranquilidad". "Espero que esto nos dé más calma para que nos ayude a jugar mejor al fútbol. Si somos capaces de sacar puntos en las jornadas venideras, iremos a mejor", añadiendo en defensa de su balance en los últimos días que "llevamos cuatro partidos en tres semanas con tres victorias y un empate". "Eso, sin estar bien. El día que seamos fiables... El equipo está unido, es serio en defensa y eso lo está demostrando".

La pregunta más esperada, los gritos de la afición pidiendo su dimisión. Calderón respondió lo siguiente: "La afición es libre de dar su opinión. Cuando yo jugaba, iba a recibir y fallaba, y la gente me pitaba y no me iba a la ducha porque seguía trabajando. No me voy a rendir, tengo fe ciega en los jugadores. El primer objetivo de la Copa se ha logrado, y en Liga sin jugar bien estamos ya más arriba. Los futbolistas son los primeros que quieren jugar bien y ganar. Ellos saben como estamos trabajando y en el segundo gol se han venido al banquillo como el día de la Balona. Eso te dice que el equipo va a pelear a muerte hasta el final". Reiterando el tema de los gritos desde la grada, admitió que "siento que no lo estoy haciendo bien y que debo trabajar más". "Cuando fallo, lo reconozco".

Para acabar, valoró el experimento de Kike López como lateral derecho. "Le he visto nervioso. Hay que agradecerle el esfuerzo, pero la realidad es lo que se ha visto", concluyó.