Cádiz CF

El espejo donde mirarse

  • El conjunto amarillo calca el arranque de la temporada 2011/12, cuando fue campeón del grupo IV después de sumar 6 puntos en las cuatro primeras jornadas del torneo

La temporada es tan larga que el paso de la competición suele dejar en mera anécdota el desarrollo de las primeras jornadas, que quedarán muy lejanas en el tiempo dentro de unos meses. Lo importante no es cómo empieza la historia, sino cómo transcurre y, sobre todo, cómo termina, cómo es el desenlace que siempre es el fiel reflejo de la trayectoria de cada equipo.

Todavía es pronto para saber qué batalla librará cada una de las escuadras enroladas en el grupo IV de Segunda División B. La fase de ascenso, la permanencia, la zona templada... Cuatro jornadas son pocas para calibrar las prestaciones de unos y otros cuando hace sólo menos de un mes que estaban en la parrilla de salida. Es necesario que corran más semanas en el calendario para ver de verdad del potencial de cada uno. El Cádiz no ha empezado ni bien ni mal, según se mire. Una victoria y tres empates que se traducen en seis puntos y la sexta posición, cerca de los puestos de arriba y con todas las opciones intactas de pelear por todo.

Los equipos siguen engrasando su maquinaria con el objetivo de ir mejorando los resultados. El Cádiz ha experimentado un inicio de campaña abierto a todo tipo de lecturas, aunque es pronto para saber cuál será el verdadero rendimiento del principal favorito para quedar campeón y del resto de sus oponentes. Los más pesimistas pueden pensar que el juego ofrece dudas, que una victoria y tres empates en cuatro partidos del campeonato de Liga -la Copa del Rey va por otro lado con un saldo positivo de dos triunfos- es un pobre bagaje para un conjunto llamado a batirse el cobre por el ascenso que se ha dejado en el camino la mitad de los puntos que ha disputado. Los más optimistas están en su derecho de opinar que el conjunto amarillo, sexto en la tabla, es competitivo sobre el césped, sólo está a dos puntos del primer puesto y además no conoce la derrota, algo de lo que sólo pueden presumir otros tres equipos más en el grupo IV: Jaén, UCAM Murcia y Marbella.

Los comienzos de los cursos anteriores ponen de manifiesto que poco tienen en común el principio y el final del torneo de la regularidad. Así lo demuestran las temporadas precedentes desde que el club regresó al pozo de la Segunda División B. El ejercicio más reciente, el 2013/14, vivió un esperanzador arranque de un Cádiz que metió miedo a sus rivales en las cuatro primeras jornadas antes de verse inmerso en un mar de dudas en los encuentros jugados fuera de casa hasta el punto de llegar a peligrar el billete para la fase de ascenso. Un empate y tres victorias otorgaron a los gaditanos el liderato en el bonito principio de un cuento que al final deparó un cambio de entrenador (Raúl Agné fue sustituido por el gaditano Antonio Calderón a falta de ocho encuentros) e incertidumbre hasta la última jornada para firmar el cuarto puesto.

El ejercicio 2012/13 fue una decepción absoluta para el universo cadista tras la sorpresiva irrupción de Sinergy como accionista de peso de la entidad cadista, aunque el inicio fue engañoso. Con cuatro jornadas disputadas de esa campaña, el cuadro amarillo era inquilino de la cuarta posición con 7 puntos, uno más que ahora, merced a dos victorias, un empate y una derrota. De la zona noble en la que habitaba en el albor de la competición pasó a luchar por evitar el descenso en una temporada en la que pasaron por el banquillo tres entrenadores (Alberto Monteagudo, Ramón Blanco y Raúl Agné).

La temporada 2011/12 es el espejo en el que puede mirarse el conjunto amarillo. La gestión deportiva del club corría a cargo de Quique Pina y el gaditano Jose González era el entrenador de un equipo que firmó un comienzo calcado ahora tres años después. El Cádiz empató tres veces consecutivas (en las visitas al Jaén y al Sporting Villanueva Promesas y en el estadio Carranza frente al Ceuta) antes de lograr su primer triunfo en una cuarta jornada en la que ocupaba la octava posición con seis puntos, los mismos que ahora.

Pese a ese arranque plagado de tablas, el club tuvo entonces la paciencia necesaria y el equipo mejoró su cuenta de resultados hasta el extremo cerrar el curso como campeón de grupo. Le costó al Cádiz meterse en la zona noble, pero una vez que accedió a los puestos de privilegio ya no los abandonó. Hasta la octava jornada no consiguió agarrarse al cuarto puesto y desde entonces su escalada le llevó al primer puesto justo antes del epílogo de la primera vuelta. Una vez agarrado el liderato, ya no lo volvió a soltar.

En la 2010/11, la primera en el retorno del Cádiz a la dura realidad de la Segunda B, los amarillos protagonizaron un espectacular arranque que les condujo al primer puesto con 10 puntos gracias a tres éxitos y un empate de la mano de Risto Vidakovic, que después acabó destituido tras la 13ª jornada -sustituido por José González- cuando el equipo había bajado a la sexta plaza y se encontraba entonces a siete puntos del liderato y a uno de la cuarta posición, la que ocupó al final de la Liga para sacar el billete para los play-off por el ascenso antes de caer ante el Mirandés a las primera de cambio.

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