Copa del rey

Lo justo para otra ronda (2-1)

  • El Cádiz logra la clasificación para la tercera eliminatoria de Copa gracias a los tantos de Navarrete y Airam en un partido escaso de intensidad

El Cádiz aseguró su presencia en la siguiente ronda de la Copa del Rey, que es lo importante, pero no terminó de dejar buenas sensaciones en su regreso al Carranza tras el fiasco del domingo ante La Roda. Los amarillos salieron enchufados y no tardaron en adelantarse en el marcador por medio de Navarrete, pero se dejaron llevar por lo cómodo del encuentro ante un rival de pocos recursos y acabaron enfadando a la grada por su falta de intensidad. El gol de Airam a vuelta de vestuarios parecía reconciliar a equipo y afición, pero la imagen ramplona del segundo tiempo y el fallo que propició el postrero gol de los visitantes dieron como resultado un final agridulce, aunque el objetivo se hubiera cumplido. 

El conjunto local arrancó con fuerza, en busca de un gol rápido que alejara los fantasmas del pasado domingo, cuando no fue capaz de perforar la meta de los manchegos. Lo intentó primero Airam nada más comenzar con un remate a la salida de un córner que se estrelló en el palo. Y lo consiguió en el minuto 4 Nacho Navarrete, que se estrenó como titular con un golazo de volea tras recoger un rechace en una jugada que comenzó de nuevo desde la esquina. El gol calmaba los ánimos de los amarillos, que no perdían de vista la portería de Javi Porrón. En el 7 una internada de Migue García por izquierda la remató el lateral Óscar Rubio, que se había incorporado al ataque, con un cabezazo blando a las manos del meta visitante.

La peor noticia del primer periodo para el Cádiz fue la lesión de Fran Machado, que en el minuto 18 tuvo que dejar su sitio a Juan Villar a causa de unas molestias. Coincidiendo con el cambio el Cádiz comenzó a acusar una preocupante falta de tensión que dio vida a los visitantes, que rondaron con peligro la meta de Alonso. Pablo Espina y Matías demostraron con sendas ocasiones que los asturianos no habían venido a Carranza de turismo.

El Cádiz, encomendado a las contras, se dejaba dominar en su casa ante un recién ascendido, una situación que provocó el enfado de la afición. Un par de pitadas despertaron ligeramente a los de Calderón, que recuperaron su interés por la meta visitante. En el 39 Migue García logró incluso que el balón acabara en la red contraria, pero la jugada había sido anulada por fuera de juego. Y ya casi en el descuento fue Óscar Rubio el que rozó el gol con un lanzamiento desde la frontal que despejó como pudo la zaga asturiana. Con un 1-0 incierto y más sombras que luces en el juego cadista se llegó al descanso en Carranza.

El conjunto amarillo que regresó de vestuarios recordó más al del inicio de partido, un equipo con actitud y con hambre. Además, los de Calderón añadieron una pieza más a su ya potente arsenal ofensivo dando un uso magistral a la estrategia en una jugada que significó el 2-0. En una falta lateral Josete amenazó con el centro al área y en lugar de eso la tocó suave para Airam, que se quedó solo y cruzó el balón con calidad. Un gol que prácticamente cerraba el encuentro ante un Lealtad digno y con buenas intenciones pero con poca mordiente.

El partido quedó visto para sentencia tras el gol del tinerfeño y los amarillos se dedicaron a contemporizar sin excesiva profundidad. Un par de feas entradas que caldearon los ánimos en el césped y en la grada ya en la recta final nos recordaron que no se trataba de un partido amistoso, aunque por ritmo lo parecía por momentos.

Como el Cádiz siempre es el Cádiz aún hubo tiempo para el suspense, y es que en el 91 el Lealtad acortó distancias aprovechando una pésima salida de Alonso a un saque de esquina. Entre la defensa amarilla y la delantera asturiana acabaron metiendo el balón en la portería para dar un regusto amargo a la clasificación de los amarillos para la tercera ronda del torneo del K.O.

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