Esta Copa no es una Copa cualquiera. Antonio Calderón sabe a lo que su equipo y él se enfrentan esta noche. Un partido sobre el que el presidente, Manuel Vizcaíno, ha puesto sus cinco sentidos. Por ello, el técnico coge el guante y se sube al carro de la exigencia.

"El presi quiere que hagamos algo grande en la Copa del Rey. En lo deportivo, para que suene el Cádiz, además de lo que conlleva en lo económico. Debemos ser un grupo ambicioso, como el otro día en Jaén, que fuimos a ganar hasta los últimos minutos", expuso en primer lugar antes de entrar en materia con la más pura actualidad. "Airam no está disponible y debemos estar muy concentrados en los que van a Lepe. Tenemos una plantilla en la que todos pueden sentirse titulares y ahora tienen la ocasión de demostrarlo. Airam -prosiguió- prácticamente no ha entrenado desde el primer partido de Liga. Cuando desaparezcan las molestias podremos contar con él. Las cosas se han dado de esta forma, es la realidad, y no podemos lamentarnos. Tenemos a los chavales del filial que en cualquier momento se puede contar con ellos. Yo no les voy a regalar nada, pero aparecerán y estoy seguro que lo harán bien".

En cuanto al rival, que ha firmado un mal inicio de Liga, dejó claro que "son dos competiciones que no tienen nada que ver". "Se pueden agarrar a la Copa para coger confianza, juegan en su campo y van a tratar de recuperar su sitio". Y sobre el estilo de juego y el esquema que se verá en tierras onubenses, aclaró que "la línea de tres hombres es una opción, pero nuestro sistema preferido lo forman dos hombres arriba, ya sea uno como mediapunta, y cuatro en el centro".

Para acabar su comparecencia, hizo un balance de las dos primeras jornadas a efectos de la puntuación obtenida. "Yo quería seis puntos. No estoy satisfecho con cuatro porque hemos trabajado para tener los seis. Se escaparon dos y todavía estoy cabreado, pero esto es fútbol y debo levantarme".