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Visitante sin dinamita

  • El conjunto amarillo afronta su primer choque fuera de casa en un duro examen ante un rival directo con las sensibles bajas de Jona, con su selección, y Airam Cabrera, lesionado

Cuando algo se tuerce más de lo esperado resulta fácil recurrir a la archiconocida ley de Murphy, esa que dice que si algo puede salir mal, saldrá. El Cádiz se había quedado con Airam Cabrera como único delantero puro ante la obligada marcha de Jona con la selección de Honduras para disputar un torneo y precisamente cuando este último no está, el canario se lesiona. Mala suerte. El caso que el Cádiz comparece en el feudo de un rival directo en la primera salida de la temporada sin sus dos artilleros, los que marcaron hace una semana ante el Betis B, los que sumaron, entre los dos, 48 tantos la pasada temporada.

Sin ellos dos se desplaza el Cádiz a los dominios del Jaén en el segundo capítulo del campeonato liguero recién comenzado. Vuelven los gaditanos dos años después al terreno del inquilino de la Nueva La Victoria (a partir de las ocho y media de la tarde, retransmitido en directo por 8TV), descendido de nuevo a Segunda División B tras un fugaz trayecto en la categoría de plata. La primera salida del conjunto amarillo se presenta, a priori, como una de las más complicadas de la temporada no sólo por las consabidas bajas, sino porque también se trata en principio de un duelo directo entre dos escuadras que comparten el objetivo de sacar el pasaporte para la fase de ascenso. Los caminos del calendario son inescrutables y al cuadro gaditano le toca pasar una dura prueba en los albores de la competición. Lo hace además con la vitola del liderato, una mera anécdota transcurrida sólo una jornada del torneo de la regularidad que al menos sirve para reflejar el buen comienzo firmado por los futbolistas entrenados por Antonio Calderón. El triunfo frente al Betis B (2-0) dejó al Cádiz como el mejor equipo de la jornada inaugural pese a la doble cara que supusieron unos brillantes 45 minutos iniciales y una segunda parte grisácea.

Los amarillos desplegaron un juego vistoso -premiado con goles- ante el filial verdiblanco a modo de carta de presentación del enorme potencial que atesora el equipo, aunque también mostraron lagunas tras el intermedio que no tuvieron consecuencias en el marcador pero sí resultaron útiles para el trabajo semanal en la corrección de errores. El reto es mantener la intensidad, minimizar los fallos y no perder el tempo del partido.

El choque de trenes entre dos de los cocos del grupo IV irrumpe como una buena oportunidad para que el Cádiz dé un golpe sobre la mesa y deje tocado a las primeras de cambio a un rival directo al que llenaría de dudas si los tres puntos se los lleva el visitante.

Para conquistar el norte de Andalucía, el cuadro amarillo deberá mejorar, y mucho, las prestaciones ofrecidas la pasada campaña fuera de casa. Los partidos como visitante lastraron el curso anterior las posibilidades de un equipo que todo lo que ganaba en su feudo lo tiraba por la borda cuando cogía el autobús. La situación llegó a mejorar con el aterrizaje en el banquillo de Antonio Calderón, que ahora, en el nuevo ejercicio, intenta guiar a los suyos por el buen camino lejos del fortín del estadio Carranza. Si el Cádiz es capaz de hacerse fuerte a domicilio, tendrá mucho ganado en su reto de meterse en los play-off. Y si es como campeón de grupo, mejor.

El partido no está exento de morbo por la presencia en el Cádiz de tres jugadores que la anterior campaña militaron en el Jaén (el cuarto, Jona, está con Honduras). Servando, Juanma Espinosa y Fran Machado ascendieron con el equipo blanco, descendieron después y recalaron en el conjunto amarillo. No sentó nada bien en el Jaén el trasvase de tantos jugadores, algunos de ellos de referencia, y

Las conocidas bajas de Airam Cabrera y Jona obligan al preparador cadista a rehacer la zona de vanguardia del equipo. Son múltiples las combinaciones posibles, desde que Juan Villar pase de la banda derecha a colocarse en punta a la apuesta por Kike López como hombre más adelantado, sin descartar a Kike Márquez. Uno de los dos puestos de ataque parece asegurado para Fran Machado y el otro depende del planteamiento que haga el míster. Donde no debe haber dudas es en la retaguardia, con Oinatz Aulestia en la portería, escoltado por Óscar Rubio y Tomás en los laterales, y Servando y Josete en el centro de la defensa. Garrido y Juanma Espinosa estarían en el centro del campo, donde no sería extraño ver también a Mantecón para formar una medular con tres jugadores si Juan Villar se ubica en punta. En el caso de que le onubense sea el ariete, no sería extraño ver a Kike López en el costado derecho. El jiennense Huelma Migue García ocupará el lado izquierda.

En el Jaén se han marcado la meta del regreso inmediato a Segunda A tras el revés que supuso el descenso. El equipo blanco empezó la Liga con un empate en el campo del Villanovense entrenador, José Jesús Aybar, tiene a todos sus jugadores disponibles salvo el interior izquierdo Santi Villa, baja por una contractura. Está por ver si el técnico alinea en el doble pivote a dos hombres de contención como en Villanueva -Miranda y Óscar Quesada- o da sitio a un futbolista más creativo, en cuyo caso Pedrito entraría por Quesada.

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