Una jornada de entrenamiento, diferente a cualquier otra. La plantilla del Cádiz, con buena parte de su consejo de administración a la cabeza, cumplió ayer con una de las tradiciones más arraigadas en el primer equipo de fútbol de la ciudad como son las ofrendas florales a la Patrona y al Nazareno. El equipo se aferra a sus dos últimos 'fichajes', en este caso divinos, y Manuel Vizcaíno aprovecha la jornada para tener muy presentes los grandes retos del equipo tanto en la Liga como en Copa del Rey.

Después de la sesión de trabajo desarrollada en el estadio Carranza, dirigentes, técnicos y jugadores subieron al autobús del equipo para dirigirse al centro histórico de la capital. Primero tocaba la visita a la iglesia de Santo Domingo, donde recibe culto la Virgen del Rosario Coronada, Patrona de Cádiz. A los pies de su altar los tres capitanes, Josete, Aulestia y Mantecón, depositaron un canasto de flores blancas en presencia de Pascual Saturio Medina, dominico responsable del convento, quien tuvo unas palabras cargadas de cariño hacia el equipo. "Sois los mejores embajadores. Esperamos de vosotros que lo hagáis lo mejor posible", dejando un recuerdo a los ex consejeros ya fallecidos Francisco Puig y Manolo Díez.

Tras la ofrenda y la tradicional foto de familia, que presenció Martín José García Sánchez, presidente del Consejo Local de Cofradías y padre del consejero cadista Martín García Marichal, se procedió a la entrega de una camiseta a Saturio con el nombre de Nuestra Señora del Rosario Coronada. La comitiva se dirigió posteriormente a la cercana iglesia de Santa María. En la sede canónica del Nazareno, se repitieron las escenas aunque con algo más de público. Tras la ofrenda, el director espiritual de la hermandad, Balbino Reguera, recibió otra camiseta que llevaba serigrafiado el nombre del Regidor Perpetuo. Por parte del Nazareno, su nuevo hermano mayor, José Manuel Verdulla, entregó al Cádiz un cuadro con la imagen del Cristo "para que acompañe en el vestuario al otro cuadro que tenéis desde hace muchos años". Balbino Reguera dijo a los presentes que "tenemos que pedirle al Nazareno ese milagro" llamado ascenso. Vizcaíno tocó la fibra sensible del gaditano al afirmar que "los milagros los dejo para las personas que están sin trabajo y para las que pasan hambre".

A partir de aquí, el presidente fue el protagonista por el tono de lo que dijo. En la misma escalinata de la iglesia de Santa María, habló de las miras del Cádiz: " Tenemos que concienciarnos que el de Lepe es el partido más importante de la historia del Cádiz. Es la forma de decirle a nuestra gente que queremos hacer cosas importantes. Hay que ir a morir a Lepe. El partido de Copa es el más importante de la historia del Cádiz", reiteró manteniendo la exigencia en este torneo. El choque frente al San Roque se disputará el próximo miércoles (21:00 horas).

Pero Manuel Vizcaíno no se detuvo ahí. El precio de las entradas fue su segundo 'dardo'. "No va a haber entradas infantiles mientras yo sea presidente. Existe un abono infantil que sale a poco más de 2 euros por partido. El privilegio será para el abonado", al tiempo que calificó de exitoso haber superado los 10.500 abonados de una campaña que, según dijo, "aún tiene recorrido".