El Sevilla bajó al Cádiz a la dura realidad terrenal. Las magníficas sensaciones ofrecidas por los amarillos en la semifinal contra el Atlético de Madrid desaparecieron de un plumazo en el partido de consolación. No deja de ser lógico que el Cádiz, equipo de Segunda B, ocupe el último puesto en el Trofeo Carranza frente a tres conjuntos de máximo nivel, pero ayer no dejó buen sabor de boca. En el segundo envite no tuvieron opciones los amarillos ante un Sevilla muy superior que ganó con una facilidad pasmosa. Un paseo para los hombres de Emery, que resolvieron la papeleta con un par de goles en dos minutos antes de la primera media hora. El torneo no dejaba de ser un banco de pruebas para un Cádiz que al final ha ofrecido con dos caras bien opuestas.

Casi nada se parecían las alineaciones de ambos equipos respecto al día anterior. Por el Cádiz sólo repetían en el once Josete, Juanma Espinosa y Migue García. En el Sevilla era Juan Muñoz el único que aparecía como en un equipo titular con la presencia de alguno jugadores del filial.

Calderón apostaba por Diego González en el lateral derecho y daba entrada desde el inicio a Andrés Sánchez, necesitado de minutos para coger el ritmo adecuado.

Los amarillos arrancaban con el turbo activado y a punto estaban de marcar a los 25 segundos cuando Kike López, completamente solo delante de Beto, disparaba raso y el balón se topaba con un inspirado cancerbero. La consolación no rebajaba un ápice la motivación de un Cádiz deseoso de tumbar a una de las escuadras punteras de Primera pese que el Sevilla no comparecía con todo su arsenal. Los locales, a diferencia de la semifinal, trataban de presionar arriba la salida del balón de un rival que enseguida se adueñaba de la pelota. La ocasión inicial era todo un espejismo nada que ver con la realidad que se iba a encontrar el equipo de Antonio Calderón.

La intención del Cádiz era loable, pero el dominio cada vez más acentuado de los visitantes obligaban a los gaditanos a dar un paso atrás. Denis Suárez ya avisaba en el minuto 6 con un misil desde la frontal del área que se iba alto. El empuje sevillista era cada vez mayor con constantes internadas por ambas bandas. En una de ellas por la izquierda, Vitolo mandaba un centro chut al larguero (minuto 10). Poco después era Alonso el que casi propiciaba el primer tanto al no atrapar el balón dentro del área pequeña al que casi llega Juan Muñoz.

Las irrupciones sevillistas en el área del cuadro local eran constantes y casi siempre con peligro, tanto que el gol llamaba a la puerta cada vez con mayor insistencia. A nadie pillaba por sorpresa el 0-1 justo en el ecuador del primer acto, cuando Krychowiak, el más listo de la clase a la salida de un córner, se adelantaba a todos en el primer palo para cabecear de manera inapelable al fondo de la portería.

La hispalenses se asociaban con facilidad en ataque y su superioridad era tan evidente que ni siquiera había lugar para la reacción de un Cádiz desbordado que apenas osaba a ofrecerla mas mínima resistencia. Y es que sólo dos minutos después, en el 26, Denis Suárez resolvía con maestría un mano a mano con Alonso para poner el 0-2, fiel reflejo de la superioridad de un conjunto blanco que veía de cerca el tercero con un tiro raso de Vitolo que Ricardo Alonso sacaba con una buena estirada en el minuto 37.

Sin brújula en el centro del campo, el Cádiz tiraba de orgullo en un intento de acortar distancias para dejar vivo el partido antes del descanso. Pero no había manera. Calderón quitaba a Kike Márquez poco antes del intermedio y colocaba a Garrido para apuntalar la medular, de manera que Espinosa adelantaba su posición.

Tomás, Galindo y Juan Villar aparecían como novedades en el arranque del segundo acto. Kike López pasaba al lateral derecho y Diego González se ubicaba como central. En el Sevilla, Iago Aspas ocupaba el hueco dejado por Juan Muñoz. Los anfitriones salían con bríos renovados con el objetivo de inaugurar su casillero de goles en el Trofeo Carranza. Se iban arriba sin recato y el Sevilla, encantado de la vida, se sentía cómodo con espacios a la contra. Denis Suárez ponía un centro envenenado que no encontraba aliado pero era el Cádiz el disfrutaba de la ocasión más peligrosa con un flojo remate de Airam Cabrera que se escapaba alto con todo a favor dentro del área (minuto 56). Mantecón también lo intentaba poco después con similar resultado desde la frontal del área.

Aunque carentes de puntería, al menos los locales se entonaban en la segunda mitad. Buscaban el área sin miedo, ya con José Mari sobre el césped.

Las diminutas opciones del Cádiz de igualar la contienda desaparecían del todo con la expulsión de Kike López por propinar un cabezazo a Iago Aspas en el minuto 74. La acción originaba una trifulca sofocada sin mayores consecuencias. Los anfitriones afrontaban el último cuarto de hora con hombre menos y Sergio Mantecón como tercer jugador que ocupaba el lateral derecho. Con el choque más que resuelto para los de Nervión, Aleix Vidal ponía el broche para los suyos con un golazo tras un disparo desde fuera del área.

Ficha técnica:

0 - Cádiz: Alonso, González, Arregui, Josete (Villar, m. 46), Andrés (Tomás, m. 46), Espinosa (Galindo, m. 46), Mantecón, López, Kike (Jon Garrido, m. 42), Migue García (José Mari, m. 59) y Airam (George, m. 85).

3 - Sevilla: Beto, Coke, Carlos Garrido, Carriço (Modesto, m.85), Navarro, Tena, Krychowiak, Vitolo, Denis (Iborra, m. 85), Jairo y Muñoz (Aspas, m.46 (Vidal, m. 76)).

Árbitro: Peña Varela (colegio andaluz). Expulsó a López (minuto 75) con tarjeta roja directa. Amonestó con cartulina amarilla a Iago Aspas.

Goles: 0-1. m.24: Krychowiak. 0-2, m.27: Denis. 0-3, m.84: Vidal

Incidencias: Partido por el tercer y cuarto puestos del LX Trofeo Ramón de Carranza, disputado en el estadio Ramón de Carranza de Cádiz con algo menos de media entrada. Terreno de juego en buenas condiciones.