El Cádiz comenzó ayer los cinco días de concentración en el hotel Barceló Montecastillo (Jerez) con una doble sesión de entrenamiento en horas suaves para tratar de esquivar los rigores del calor, algo difícil por las altas temperaturas registradas en el término municipal jerezano. La mejor noticia fue la participación de Andrés Sánchez en la sesión matutina. El lateral trabajó con normalidad con el resto de sus compañeros sin aparentes molestias en el tobillo que de momento le han impedido jugar los partidos amistosos de pretemporada.

El murciano se empleó a fondo, como uno más. Esta semana será importante para disipar las dudas sobre el estado del tobillo del jugador. El director deportivo, Jorge Cordero, anuncio el lunes que esta semana se tomará una decisión en función de la evolución del futbolista. Queda por ver cómo responde estos días el lateral izquierdo. Si se entrena estos días como lo hizo en la mañana de ayer, no debería tener problemas conservar una de las fichas de la plantilla y ocupar el carril defensivo por el que tan bien se suele desenvolver.

Los que no pudieron ejercitarse con normalidad en la sesión matinal fueron los tres goleadores del equipo amarillo. Airam Cabrera trabajó aparte para cuidarse de la dolencia que sufre en un tobillo, mientras que Jona se retiró como medida de prevención para evitar que una sobrecarga muscular en una pierna le causara más problemas. Mientras, un tirón en la espalda apartó a Juan Villar de la actividad. El objetivo es que todos los jugadores estén a punto para el inicio oficial de la competición liguera -fin de semana del 23-24 frente el Betis B en el estadio Carranza- y toda precaución es poca.

La expedición cadista recibió la visita, en la tarde de ayer, del presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, y el director deportivo del club, Jorge Cordero. Los dos siguieron las evoluciones del entrenamiento vespertino desarrollado en las instalaciones del hotel Montecastillo.