Buena parte de la culpa de que el Cádiz sea, a día de hoy, el cuarto equipo más goleador de las tres principales categorías del fútbol español -sólo por detrás de los poderosos Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid- la tiene Airam Cabrera. El canario superó la veintena de tantos el pasado domingo en el encuentro contra el Sevilla Atlético (anotó la diana que abrió el camino de la victoria) y con 21 suma casi un tercio de los 68 goles que ha marcado el equipo amarillo una vez transcurridas 35 jornadas del campeonato liguero. El ariete vive el momento más dulce desde su aterrizaje en el Cádiz, como así demuestran sus números. Promedia 0,7 tantos en los 29 partidos en los que ha participado.

El tinerfeño acumula cinco partidos consecutivos con su nombre inscrito en el apartado de goles del acta arbitral. Nada menos que siete veces ha visto puerta en esos cuatro duelos: un doblete en casa contra el Córdoba B, un gol ante la Balona en la visita al Municipal de La Línea, otro en el duelo en el Carranza contra el Atlético Sanluqueño, dos en el choque frente al Granada B y el más reciente ante el filial sevillista. Lo curioso es que desde la llegada de Antonio Calderón al banquillo hace un poco más de un mes Airam Cabrera no se que ha quedado sin ver puerta ni un solo encuentro. Tiene las pilas cargadas y la moral por las nubes tanto por la buena senda que ha tomado el equipo como por su aportación goleadora.

El futbolista de Puerto de la Cruz brilla con luz propia en una segunda vuelta en la que lleva 12 goles en una racha abierta que pretende mantener en las próximas jornadas.

El faro del Cádiz en ataque ya ha trasladado su pensamiento al siguiente partido de Liga. "Había que ganar y se ganó -en referencia al triunfo sobre el Sevilla Atlético-. La batalla de Cartagonova en mente desde ya. Equipo+afición=play-off. Mi nariz está bien", informaba Airam tras el golpe sufrido.