La carrera contrarreloj emprendida por Sinergy para tratar de evitar la celebración de la subasta de las acciones vivió ayer un capítulo de importancia. Enrique Rodríguez Zarza, abogado del grupo propietario del paquete mayoritario de las acciones de la entidad cadista, presentó ayer, en el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz, una solicitud una medida cautelar urgente de paralización de la subasta.

Antonio Muñoz no ha recibido el pago -estipulado en 450.000 euros- correspondiente al segundo plazo por la venta de las acciones a Sinergy y ha buscado la fórmula con la que poder venderlas de nuevo o rescatarlas en el caso de que las dos subastas -en el supuesto de llegarse a una segunda, fechada el próximo 20 de diciembre-. Y ese proceso es el que quiere detener a toda costa el grupo poseedor de esas acciones en la actualidad.

Sinergy considera que no es legal ni justa la subasta de las acciones y por ello pretende que no se lleve a cabo la venta, programada para el próximo martes en una notaría gaditana a partir de las nueve y media de la mañana.

El deseo de Sinergy es que la jueza resuelva la petición el lunes o el martes a más tardar para frenar una subasta que, a juicio del letrado, no debería desarrollarse porque, en su opinión, "hay múltiples motivos para que no se efectúe".

Entre esas razones para que no haya subasta están que "Muñoz vendió títulos que no eran suyos", según Rodríguez Zarza, que también aprecia "una modificación de los términos de pago con el denominado pacto de Antequera". Añadía además que "no se cumplió la liquidación de cuentas de club por parte de Muñoz" y que el libro de socios "se perdió porque no le interesaba que existiera, ya que se hubiera demostrado que las acciones no eran de él".

Pero ahí no queda la cosa. Rodríguez Zarza prepara una querella contra Antonio Muñoz y su esposa "por vender acciones que no eran suyas y carecer de los títulos". De hecho, el abogado que defiende los intereses de Sinergy ha hecho un requerimiento notarial a Muñoz "para que exhiba esos títulos, las acciones tienen que estar escrituradas".

Hubo también un requerimiento al notario Carlos Cabrera -el pasado jueves- en el que "le comunicamos defectos e irregularidades de la subasta", relataba Rodríguez Zarza, que iba más allá y afirmaba que "e notario no debería haber permitido la venta de las acciones".