Elecciones Andalucía

Una noche dividida en cánticos y silencio

  • El Francia y París, aunque reservado como otras veces, no llegó a ser utilizado por el PP Cerca, en Rafael de la Viesca, fiesta por todo lo alto de Por Cádiz sí se Puede

Desde la plaza de San Francisco se palpaban la alegría y la decepción. Justo allí se escuchaban los repetidos cánticos de los partidarios de Por Cádiz sí se Puede, concentrados en un pub de la cercana calle Rafael de la Viesca, que contrastaban con el silencio y la nula presencia de militantes del PP en el Hotel Francia y París, que aunque reservado por el partido para la ocasión, como sucedió cada cuatro años, no fue esta vez el cuartel general ni la sede de la euforia. Escasos militantes del PP comían fuera, en la plaza de San Francisco, el picnic que el partido había facilitado a interventores y apoderados. El duelo se pasó en la sede de Cánovas del Castillo. Allí reinaba el silencio cuando se conocían los primeros resultados del escrutinio. "Faltan los resultados finales, los de los barrios con más habitantes. Eso puede dar un cambio", confiaba un militante cuando Por Cádiz sí se puede alcanzaba 9 concejales y el PP ocho. El concejal Alejandro Varela escuchaba la radio con auriculares. Atento. Iba el 10 en la lista y en esos momentos no tenía el escaño asegurado. Tampoco, entre los preocupados rostros de los populares, supuso mucha alegría que al 80 por ciento del recuento se alcanzaran los 10 ediles. 

 

Un concejal saliente recordaba que a la actual corporación le queda todavía el Corpus. "Y recibir al Cádiz en el Ayuntamiento si asciende el próximo domingo", apuntaba a su lado un simpatizante. En la puerta del bar El Palco una mujer soltaba: "Qué tristeza, parece que va a pasar el Santo Entierro". Una afiliada, dentro de la sede, se dejaba caer con un "la que se avecina". Bajaba Teófila Martínez de la rueda de prensa donde realizó la valoración de los resultados muy aplaudida por la militancia. A pie de escalera improvisaba una arenga. "Estoy muy orgullosa de vosotros y de lo que hemos hecho. Y no olvidéis que para nosotros Cádiz es lo más importante. No hemos presentado una candidatura con la idea de echar a nadie, sino de hacer un Cádiz más grande", señaló. Perdida la mayoría absoluta, Martínez es la que animaba a los más compungidos, entre ellos la edil Carmen Sánchez, número 11 de una lista cortada en el diez. 

 

Nada que ver con lo que ocurría a unos metros, dentro y fuera del pub Es Trenc. Las sonrisas, los besos, los abrazos y los cánticos de celebración se simultanearon pasadas las nueve de la noche, cuando el escrutinio daba a Por Cádiz sí se Puede nueve concejales y ocho al PP. "A mí me gustaría ir ahora a Cánovas del Castillo y verle la carita...", bromeó un miembro de la candidatura liderada por José María González Kichi. 

 

Ni siquiera cuando las cifras señalaron un empate entre ambas formaciones, los militantes y simpatizantes de la agrupación de electores rebajaron el nivel de celebración. "¡Es que ya hemos podido, estamos haciendo historia!", compartió, eufórica, Aurora de la Rosa, número 14 de la candidatura. 

 

El jolgorio comenzó sin su protagonista, que no llegó al lugar hasta pasadas las once de la noche. Mientras le esperaban, las aproximadamente trescientas personas que se congregaban en Rafael de la Viesca entonaron diversos cánticos, algunos haciendo referencia a Teófila Martínez: "Qué bonito, qué bonito, qué bonito está mi Cádiz, qué bonita es mi ciudad, que rebosa de alegría cuando la Teo se va" o "Dile que se vaya, dile que se vaya...". La carcajada colectiva llegó cuando alguien, de forma improvisada, gritó: "¿Quién va a inaugurar el puente?". Y cientos de voces respondieron al unísono: "¡El Kichi!".

 

En el ambiente se palpaba una mezcla de nervios, ilusión y euforia. Ana Camelo, sexta en la lista de Por Cádiz sí se Puede, reconoció estar "de subidón": "Quién me iba a decir a mí que iba a vivir esto. Tengo 63 años y llevo toda la vida peleando por los derechos de la gente. Esto es lo más bonito que me ha pasado. Ya me puedo morir mañana", compartió feliz.

 

Cuando divisaron a José María González, el jolgorio se tornó fiestón. Explosionó el lema "¡Sí se puede, sí se puede!" y los aplausos y gritos de "¡alcalde!" le dieron el encuentro al líder. 

 

Una vez concluyó la rueda de prensa, otro cántico le aguardaba en la puerta del local. Varios integrantes de la comparsa de Jesús Bienvenido y el propio autor entonaron una copla de 'Los mendas lerendas'. "Si yo fuera alcalde sería un alcalde como Fermín Salvochea...", les acompañó González.

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