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Losinmortales Un líder de pueblo que no quiere prejubilarse todavía

Hacerle un hueco en esta sección a Francisco González Cabaña era de obligado cumplimiento, primero porque suma 32 años consecutivos ocupando cargos públicos y segundo porque durante la mayor parte de ese tiempo ha jugado un papel imprescindible en el desarrollo de su pueblo, de su provincia y de su partido. Hoy este profesor de Secundaria de 57 años de edad no está ya en la cresta de la ola pero tampoco es que esté buscando las tablas. Porque este líder de pueblo que ejerció como tal no piensa ni por asomo en su prejubilación. Y es que, si le dejan, aún tiene cuerda para rato.

La trayectoria política de Cabaña puede dividirse en tres etapas diferenciadas. La primera es la comprendida entre 1983 y 1995, cuando debuta como concejal en Medina Sidonia y toma claramente la bandera de la independencia de su pueblo, entonces Benalup a secas, de donde era alcalde pedáneo. La guerra le hizo separarse de su partido para conformar una candidatura independiente que logró batir en las urnas a los socialistas. En 1991 la independencia de Benalup era un hecho y Cabaña, ya de vuelta en el PSOE, era un héroe para sus paisanos.

La segunda etapa (1995-2011) la abre Rafael Román, que le ficha como mano derecha para el gobierno de la Diputación. Allí Cabaña demuestra sus dotes negociadoras con otros partidos y su figura empieza a emerger en la estructura provincial del partido. Tanto que en 2000 cumple su sueño de ser secretario provincial del PSOE, arrancando ahí su particular décadaprodigiosa. Son diez años en los que Cabaña evoluciona del romanismo al pizarrismo, en los que desde la secretaría general sólo sabe sumar triunfos electorales para su partido en la provincia y en los que recibe el visto bueno del mismísimo Manuel Chaves para relevar a Román en la Presidencia de la Diputación.

Pero todo empezó a torcerse cuando Chaves se fue a Madrid cediendo el testigo de la Junta de Andalucía a Griñán. El pizarrismo, y con él Cabaña, entró en punto muerto. Y aunque obtuvo escaño en el Congreso, entre 2011 y 2012 tuvo que despedirse, ahí es nada, de la Presidencia de la Diputación, de la Alcaldía de Benalup (por órdenes de su partido), de su acta de diputado provincial y de la secretaría general del PSOE.

Hoy Cabaña repite en la lista socialista de Benalup (es el número dos) mientras espera a ver qué hace su partido con él de cara a las generales de fin de año. Pero si Luis Pizarro ha logrado un puesto en la lista al Parlamento andaluz, ¿por qué no va a poder repetir Cabaña en la del Congreso?

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