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José Antonio Escudero

"La Constitución de Cádiz es el catecismo del liberalismo"

  • Es doctor en Derecho por la Complutense y actualmente es catedrático emérito de Historia del Derecho en la UNED tras ejercer en universidades de Extremadura, Madrid y País Vasco.

-La obra que ha coordinado se cita ya como el gran tratado sobre la Constitución de Cádiz.

-Nada hay definitivo y todo es mejorable. Pero es cierto que se trata del estudio más completo publicado sobre la Constitución de Cádiz y también sobre las Cortes.

-¿Qué destacaría?

-Se titula Cortes y Constitución de Cádiz. 200 años y es un proyecto en el que ha colaborado la Fundación Rafael del Pino. Une los trabajos de historiadores generales, de historiadores del Derecho, la Economía y el Arte, y de juristas. Es un intento de estudiar las Cortes y la Constitución a base de especialistas. Son  más de un centenar de autores, entre españoles y extranjeros.

-En total, son tres volúmenes y 2.120 páginas.

-Es un proyecto unitario en su conjunto, esa es otra novedad. Es muy ambicioso, pero también muy plural. Participan especialistas de escuelas distintas. 

-Se cita la libertad de imprenta como un gran logro de las Cortes de Cádiz.

-Es la primera de las grandes reformas de las Cortes de Cádiz. No olvidemos que la Constitución fue precedida por reformas previas de las Cortes y también que la abolición de la Inquisición es posterior, de 1813. Entre las reformas de las Cortes, la principal es la abolición de la censura. Sin eso, el debate constitucional hubiera sido imposible.

-¿Qué reformas fueron más importantes?

-Aparte de abolir la censura, hubo otras importantes, como la abolición de los señoríos jurisdiccionales, pertenecientes a nobles y eclesiásticos, que administraban justicia y recaudaban impuestos. Eran incompatibles con un Estado moderno. Y lo que tiene que ver con la igualdad de los ciudadanos, como la abolición de privilegios de nobleza. Pero la principal reforma es la del primer día de las Cortes.

-¿A qué se refiere?

-A la declaración de que la soberanía reside en los ciudadanos y se ejerce a través de sus representantes en las Cortes. Era la negación de que la soberanía correspondiera al Rey. Era un torpedo a la línea de flotación del Antiguo Régimen.

-También tuvo aspectos negativos.

-El principal, subrayado por los enemigos de la Constitución de Cádiz, fue su escasa vigencia, menos de seis años. Y hay algunos más.  

-¿Por ejemplo?

-Desaprovecharon la oportunidad de abolir la esclavitud. Aún se habla de libertos, con lo que implícitamente se mantiene. Y la radicalidad del artículo 12, que establece la religión católica como la única verdadera y prohíbe las demás.

-La Iglesia tenía mucho peso en aquellas Cortes…

-Era difícil que aprobaran libertad de cultos, pero me parece negativa e innecesaria esa radicalidad. Aunque es cierto que conecta con el espíritu de la época, y es lógica porque una parte de los diputados eran clérigos.

-Pero usted defiende la Constitución de 1812.

-La Constitución de Cádiz es el catecismo del liberalismo. Tuvo mucho eco en Europa y también en América. Era muy avanzada para la España de entonces. Si duró poco tiempo se explica porque era un tiempo convulso, con las luchas entre el liberalismo y el absolutismo.

-¿Tanto influyó en Europa?

-Influye sobre todo en Portugal, donde hacen una Constitución copiada, y en Italia, donde los revolucionarios daban gritos de "¡Viva Italia!, ¡Viva la Constitución de España!". Pero también influye en Prusia y en Rusia. No en la primera etapa, sino en el Trienio Liberal. En San Petersburgo se expone la Constitución de 1812 con un retrato de Riego.

-La influencia hispanoamericana fue decisiva.

-Fue alimento espiritual de los independentistas americanos. Establece la soberanía en los españoles "de ambos hemisferios". Les hizo soberanos y les dio legitimidad para la independencia.

-¿Influye en la Constitución española de 1978?

-Hay un tema interesante. Se dice que la Constitución de 1978 es la primera que se aprueba por consenso en España. Las anteriores eran obra de partidos vencedores, que luego eran cambiadas por los vencidos. Pero en las Cortes de Cádiz hay un acuerdo parecido entre los grupos liberales y absolutistas. Unos consiguieron abolir la Inquisición y otros imponer la religión católica. Ahí prefiguran el consenso.

-¿Qué le pareció la Cumbre Iberoamericana de Cádiz?

-Todas las cumbres latinoamericanas me parecen bien. En un mundo globalizado, unen a países notables, con historia común, que se expresan en dos lenguas, español y portugués. Otra cosa son los logros.

-¿Han sido escasos?

-Están muy mediatizados por quien asiste y quien no va, y por la política interior de los países. El hecho de celebrarla en Cádiz, y con motivo de la Constitución de 1812, en la que intervinieron diputados americanos, debe servir para reforzar la unión iberoamericana.

-¿Se debe reformar la actual Constitución?

-Soy partidario de reformar las constituciones lo menos posible. Pero, por otra parte, hay una convulsión nacionalista que se debe clarificar en la Constitución. Convendría repensar el sistema autonómico y corregir sus excesos. Creo que en la Constitución del 78 se cometieron dos errores.

-¿Qué errores?

-El primero, las transferencias de Educación, que no se debieron ceder a las autonomías. Los nacionalistas la han utilizado para crear una seudohistoria. El segundo es que no se cerró el Estado de las Autonomías. Se debió indicar lo que no es transferible. El Estado ha perdido atribuciones hacia arriba con la Unión Europea y hacia abajo con las autonomías. Deberíamos repensar la Constitución y mejorarla.

-¿Qué mensaje nos dejaría la Constitución de 1812?

-El mensaje fundamental de la Constitución de Cádiz es el sentido de España como nación. Eso que hoy está en peligro. Canoniza la nación española con propuestas de diputados andaluces, extremeños, gallegos, catalanes… Canoniza a España como nación de todos.

03153017

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