Bicentenario

"Una abrumadora mayoría de jueces trabajamos con honestidad y austeridad"

  • El magistrado Juan Antonio Xiol Ríos preside en el Oratorio de San Felipe, en ausencia de Carlos Dívar, una sesión de la Sala de Gobierno que conmemora el segundo centenario del Tribunal Supremo

El magistrado Juan Antonio Xiol Ríos dijo ayer en el Oratorio de San Felipe que "una abrumadora mayoría" de jueces trabajan "con honestidad, esfuerzo y austeridad" por cumplir la función que la Constitución les asigna. En ausencia de Carlos Dívar, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Xiol Ríos presidió en Cádiz la sesión especial de la Sala de Gobierno del Supremo con la que el alto tribunal conmemoró su segundo centenario. Dívar probablemente anunciará hoy su dimisión tras verse envuelto en una polémica por sus viajes a Marbella, lo que ha provocado una crisis en el CGPJ. Las palabras de Xiol Ríos sobre la honestidad y la austeridad de los jueces no pasaron inadvertidas ni dejaron de ser interpretadas como una alusión al presidente del Supremo ausente en tan destacado acto institucional.

"No somos ajenos a las situaciones de crisis institucional que padece la sociedad en general y a las que episódicamente no se sustraen nuestros órganos de gobierno", señaló Xiol Ríos, que preside la Sala Primera del Supremo y que ayer actuaba en representación de Carlos Dívar. "Pero estas crisis", agregó, "son ajenas a nuestro trabajo cotidiano, que la Constitución de Cádiz define como juzgar y hacer que se ejecute lo juzgado".

"Desde nuestra profunda fe en los principios democráticos y en el Estado de Derecho", dijo el magistrado, "no podemos aceptar que estas crisis se traduzcan en la falta de confianza en nuestra función y en el papel del Derecho como instrumento básico para la conformación de la organización social porque nuestro poder no es un poder político, ni está basado en la fuerza ni en la riqueza, sino en la densidad ética y en la autoridad del Derecho".

Xiol Ríos considera que los jueces deben profundizar en su formación, en el sentido democrático de su función y en el significado de su independencia y de su poder como instrumentos al servicio de la sociedad. Y opina que "queda mucho por hacer" en esa materia. "Pero esta autocrítica", sostuvo ayer, "no impide afirmar que es fundamental que por los poderes y por la opinión pública se acepte la autoridad del Derecho, se preserve nuestra independencia y se respete nuestra función y la autonomía de nuestros órganos de gobierno".

Tras el acto en el Oratorio, al que asistieron la alcaldesa, Teófila Martínez, y el presidente de la Audiencia Provincial de Cádiz, Manuel Estrella, magistrados y asistentes se dirigieron a la Torre Tavira, que hace doscientos años fue sede del Tribunal Supremo. Luego acudieron al Ayuntamiento, a una recepción. Por la tarde, todos se reunieron ante el monumento a las Cortes.

El Tribunal Supremo ni avisó a los medios de comunicación acerca del acto celebrado en el Oratorio. El caso Dívar ensombreció un gran día para el Tribunal Supremo, al que la Constitución de Cádiz confiaba, como recordó Xiol Ríos, la garantía de los principios del Estado liberal. Que son hoy, afirmó, "una conquista cultural irreversible en nuestro mundo jurídico y político".

03153017

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