En la fachada del número 20 de la calle Sacramento, muy cerca del Oratorio de San Felipe donde Cádiz parió su carta magna, luce desde ayer una placa que recuerda que en la finca vivió el diputado vallisoletano Evaristo Pérez de Castro y Colomera, uno de los firmantes de la Constitución de 1812. El actual alcalde de su ciudad natal, Francisco Javier León de la Riva, presente en Cádiz con motivo de la celebración del Congreso Iberoamericano de Municipios, descubrió la placa junto a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, quien recordó que es la segunda que se coloca en el marco del proyecto conjunto con el Ayuntamiento de San Fernando para distinguir los lugares donde residieron los diputados doceañistas en ambas localidades. La primera tuvo como protagonista, en la calle Marqués de Cádiz, al político y sacerdote mexicano José Miguel Ramos Arizpe. Martínez destacó que Pérez de Castro fue de los diputados "más políticos" de aquella época, ya que con posterioridad a la proclamación de las Cortes de Cádiz "tuvo responsabilidades públicas importantes. Es una satisfacción recordar su estancia en Cádiz".

El alcalde vallisoletano confesó que para él "ha sido un descubrimiento" conocer la participación de su paisano en la Constitución gaditana. "Empecé a revisar datos y me di cuenta de su importancia. Hasta estos días previos al Congreso no tenía conocimiento del personaje", admitió. León de la Riva señaló que recomendará a los vallisoletanos, "que cada vez vienen más a Cádiz", que "se den un paseo por aquí para que vean a nuestro paisano reconocido por el Ayuntamiento de Cádiz".

Evaristo Pérez tuvo un papel activo en reclamar la soberanía nacional para las Cortes de Cádiz tras la invasión francesa. Fue el primer secretario de las mismas y suscribió el Decreto de Constitución de Cortes el 24 de septiembre de 1810. También fue ministro de Gracia y Justicia durante el Trienio Liberal y decretó la amnistía que permitió el regreso a España de los afrancesados que se habían exiliado tras la represión de Fernando VII.

Estuvo un año y medio al frente de la presidencia del Consejo de Ministros en tiempos de la regencia de la reina María Cristina. Curiosamente, ahora que que Cádiz acoge un congreso de municipios, presentó ante las Cortes la polémica Ley de Ayuntamientos, que defendía un modelo centralista con la designación de alcaldes por parte del gobierno. Fue además uno de los principales protectores de Francisco de Goya.