-El PRI, tras las próximas elecciones presidenciales en México, puede volver al poder, pero, en realidad, nunca se fue. Siguió controlando muchos gobiernos de los estados.

-El PRI ha mantenido las mismas prácticas, y peores, que llevaba a cabo cuando gobernaba el país . lo hace en los estados en los que se ha refugiado. Pero, aún así, ya no estamos en la presidencia imperial del PRI. En este tiempo ha habido avances sólidos en la transparencia de los poderes.

-El candidato del PRI, Peña Nieto, parece tener cierto tirón entre los jóvenes. De hecho, es el favorito.

-Es favorito por eso que dicen de que es buen mozo y, entre gran parte de la población que no ha vivido los años más duros del PRI, se cuenta con la percepción de que ha sido un gobernante eficaz en el estado de México. Yo he criticado toda mi vida, desde las revueltas del 68, al PRI, por lo que si gana será una píldora difícil de tragar para mí. Ahora bien, el viejo sistema ya no es restaurable. En México no se puede actuar como actúa Chávez en Venezuela. El poder judicial es autónomo, los medios son independientes, hay gobernadores de todos los colores... México, ahora, es una democracia; joven, pero democracia.

-Los dinosaurios del PRI podrían tener tentaciones.

-El PRI construyó durante décadas y décadas un edificio que hoy ya está demolido. Es cierto que no lo está del todo, que aún quedan ruinas, por lo que habrá que estar vigilantes. El viejo régimen habita en algunos estados y el proceso de democratización lleva tiempo.

-El gran problema de México es el crimen organizado, el 'narco'. Muchos mexicanos piensan que el actual presidente, Felipe Calderón, midió mal las fuerzas al declararle la guerra.

-Es que con el crimen organizado no se pacta. Se le combate. El presidente ha podido tener una mala estrategia, pero él no es el criminal.

-Antes, cuando se pensaba en el narcotráfico, se hablaba de Colombia; ahora de México. Álvaro Uribe no actuó frontalmente, se apoyó en Estados Unidos en su política contra el 'narco'.

-Sí, se puede tener la percepción de que Colombia, tras Uribe, está mejor. Pero México... Ya es imposible saber qué hubiera pasado si Calderón no toma las medidas que tomó hace seis años. Encontró tal podredumbre encubierta por los gobiernos del PRI que pensar en qué hubiera pasado si hubiera tomado otro camino es un artículo de fe. Esto es una guerra compleja. En México hay lugares que son prácticamente 'narcoestados'. Es necesario un gran consenso nacional acerca del crimen y tomar medidas convergentes: una reforma de las cárceles, una nueva policía, una relación distinta con Estados Unidos... pero nunca pactar con el crimen organizado. Estamos donde estamos, somos vecinos de Estados Unidos, el mayor productor de armas y el mayor consumidor de droga.

-En Estados Unidos también hay elecciones. ¿Teme una victoria republicana, aunque su candidato, Mitt Rommey, vaya a llegar trastabillado a las presidenciales?

-A nadie se le escapa que la actitud republicana es intolerante con la migración mexicana y también ante cualquier cambio en la legislación sobre la venta de armas, que, al fin y al cabo, son las que nutren al crimen organizado, pero también es cierto que en cuatro años Obama no ha podido avanzar en ninguno de estos ámbitos. Un segundo mandato, con un Obama consolidado y una recuperación económica que ya se vislumbra podría permitir acometerlo. Supongo que Obama tendrá el apoyo de la comunidad mexicana en Estados Unidos y, si triunfa, sólo hay que esperar que la diplomacia mexicana que salga de nuestras elecciones esté a la altura.

-Ha escrito sobre Hugo Chávez El poder y el delirio . ¿Cómo ve sus estrategias para silenciar a los medios de comunicación?

-¿Un régimen populista puede ser una democracia? Creo que es una adulteración de la democracia en la que, poco a poco, se van apagando las luces. Chávez, en su política con los medios de comunicación, no es como Castro, que simplemente los cerró. Chávez utiliza otras técnicas para ir arrinconándolos. La actitud de los medios oficiales es muy agresiva. Programas muy populares, como el de Mario Silva, no se daban ni en los peores tiempos del PRI. Es un programa exclusivamente dedicado a destrozar las reputaciones de todos los que no son afectos al régimen.

-La situación en Venezuela es compleja. Chávez se presenta a la reelección pese a estar gravemente enfermo.

-El problema de Chávez ha sido confundir su biografía con la historia de Venezuela. En este narcisismo, parecería que no es Chávez el enfermo, sino toda Venezuela, que es Venezuela quien tiene cáncer. Los venezolanos van a caer en que han entregado la vida de toda una generación al dominio discrecional de un solo hombre.

-¿Cómo se percibe la crisis española desde México?

-Es doloroso, el paro es gravísimo, la juventud teme por su futuro... pero merece la pensa ser valientes y reflexionar qué fue real y qué fue ficticio mientras duró el bienestar que se disfrutó. Tienen ustedes tantas cosas en las que han avanzado... Hablo de su vida democrática. Es cierto que los extranjeros que veníamos aquí pensábamos que en la variable económica algo fallaba, de dónde salía tanta riqueza. Hay que extraer la enseñanza de que no se puede esperar todo del Estado. Que un gran país como España necesita de la chispa de la sociedad, del coraje de los individuos. Se ha vivido una dependencia casi adolescente del Estado y el Estado es necesario, pero en su justa medida.

-¿Cree que hemos perdido peso e influencia en América?

-Es el péndulo de la historia. Parece que los españoles son menos conscientes de lo que allí construyeron que los americanos. España sigue siendo querida en América. Hasta que llegó el gobierno de Zapatero, la democracia española plantó mucho en América. Muchos procesos de transición, como el de México, hubieran sido imposibles sin la transición española. Pero luego, es cierto, se miró a otro lado. Aún así, los puentes están tendidos, hay que cruzarlos.