Cádiz y Costa Rica prolongaron ayer sus lazos de amistad y colaboración mediante la firma de un convenio que tendrá vigencia más allá del Doce, concretamente hasta el año 2015. El convenio anterior expiraba este año y tras el cambio de gobierno en el país iberoamericano desde el Ayuntamiento de Cádiz se ha trabajado duro para que el entrante prolongue sus compromisos más allá del Bicentenario. Uno de los miembros del nuevo ejecutivo, el ministro de Cultura y Juventud, Manuel Obregón López, fue el encargado de acudir a Cádiz para rubricar el acuerdo. Obregón, pianista y compositor costarricense, es descendiente directo de Florencio del Castillo, diputado por Costa Rica en Las Cortes de Cádiz que alumbraron la primera Constitución española y que llegó a presidir la Asamblea. Pero no es el único vínculo que le une a Cádiz, no en vano su madre es natural de Rota y se trasladó al Caribe tras conocer a su padre, que se encontraba de vacaciones en Cádiz. "A los siete años ya vine a esta ciudad por primera vez y luego he estado en otras ocasiones. Creo que los vínculos culturales siempre son enriquecedores. Por todo ello y por el Bicentenario creo que tengo un triple motivo de celebración".

Teófila Martínez agradeció al ministro su presencia, destacó que llevan casi cinco años de estrecha colaboración y recordó su empeño por convertir a Cádiz "en un lugar de encuentro entre nuestros continentes".

Durante los días que Manuel Obregón permanecerá en la ciudad se producirán encuentros y reuniones para perfilar la colaboración entre su país y la capital gaditana, que tendrá su punto culminante en la llegada de la exposición Costa Rica, tierra de oportunidades, y que muestra parte de su colección del Museo Nacional, con piezas de oro, jade y cerámica. "Esta exposición -dijo Obregón- contiene verdaderas maravillas y es de las más completas de nuestro continente. Costa Rica es la cintura de América, donde se une la cultura amazónica con la azteca y la maya".

Tanto la alcaldesa como el ministro adelantaron su intención de aprender de proyectos que se llevan a cabo en sus lugares de origen. En los últimos años se han producido intercambios de chavales que han estudiado en una y otra orilla del charco y actualmente hay un hermoso proyecto a través del cual dos restauradoras de Costa Rica han estado dos meses en Cádiz para aprender a reformar el antiguo cortinaje del Teatro Nacional y ahora una especialista gaditana marchará al país americano. "Nosotros aportaremos una pasada del telón", apuntó la alcaldesa, quien también indicó que el país del ministro Obregón tiene "un papel importante en Centroamérica y nosotros, como ciudad, no renunciamos a nuestro papel de puerta de tres continentes".

Tanto Martínez como Manuel Obregón aprovecharon para ensalzar la figura de Florencio del Castillo, que dará nombre a una de las salas de la Casa de Iberoamérica en Cádiz y que, en palabras del ministro, "fue un pionero en la defensa de los derechos humanos y se posicionó claramente con los sectores indígenas de nuestro país".

Costa Rica fue el primer país iberoamericano con el que Cádiz comenzó a realizar los intercambios culturales y sociales de cara al Doce, de hecho fue en este país donde se consiguió la capitalidad cultural en octubre de 2006. Desde el Consistorio se insiste en la importancia del convenio firmado ayer porque asegura que las buenas relaciones entre ambos se van a mantener más alla del Doce con la renovacion de este convenio, ya que el primero se firmó en 2007 con la entonces ministra Maria Elena Carballo y la viceministra, Aurelia Garrido, y concluía en 2011.