La segunda fase de la remodelación de la plaza de San Juan de Dios se licitará después de los meses de verano. Esa es al menos la promoción que realizan los técnicos del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Cádiz que dirige el teniente de alcaldesa Ignacio Romaní.

En estos momentos se está realizando la zona ubicada entre la calle Nueva y la avenida del Puerto. Con esta primera fase, que se encuentra a la mitad de su ejecución, se está adaptando el espacio que se configura como la anteplaza. Su función es de antesala, filtro y ordenación de los cruces de tráficos rodados, cargas y descargas o servicios urbanos.

La prolongación de la calle Nueva será el nexo de unión entre las dos plazas: espacio de paso rodado y peatonal, con preferencia para el peatonal. El acceso a la plaza se restringirá al máximo, con un único carril hacia San Juan de Dios, de acceso fácilmente controlable.

Dentro de la trama de pavimento se distingue claramente entre zonas de estancia, -por ejemplo, parada de taxis-, y zonas de tránsito y cruce, a través de las texturas y composición de los pavimentos.

Esta anteplaza se dota de un nuevo carácter mediante dos fuentes ornamentales situadas en su eje, señalando hacia el Ayuntamiento, y que añaden variedad y frescura al entorno. Se trata de elementos de un diseño avanzado, con posibilidad de mostrar múltiples efectos de agua.

Un elemento singular servirá de centro de referencia y elemento de transición hacia la propia plaza: la estatua de Moret, que se situará en el eje central, entre los dos ámbitos.

En cuanto a la segunda fase de las obras atiende directamente a la propia plaza, entre el Ayuntamiento y calle Nueva, que se convierte en un espacio peatonal y de carácter representativo.

El tráfico rodado se restringe, desplazándolo hacia la fachada sur, uniendo las calles de Lázaro Dou y San Juan de Dios.

Para admitir el paso rodado entre las calles Pelota y Sopranis se dibuja frente al Ayuntamiento un pavimento en forma de tapiz curvo, más o menos complicado, referido a la fachada de la Casa Consistorial, por el que se realizará el cruce rodado, muy restringido.

La intención, según explicaba ayer Romaní a este medio, es que "el arbolado de la plaza sea un elemento básico para definir el carácter de la plaza". A la vez que se mantienen las alineaciones existentes de palmeras y su modulación, se rectifican las alineaciones laterales de especies arbóreas, separándolas de las fachadas. También se completan las alineaciones de palmeras y farolas antiguas. Ambas se abren en abanico frente al ayuntamiento.

Se replantean de nuevo las alineaciones de arbolado central. Serán árboles de menos porte, para mantener la perspectiva del edificio principal, y de mayor sombra, alrededor de los cuales se organizarán los lugares de reposo, con bancos.

En cuanto a los pavimentos, destacar que la retícula principal será de losas de granito color gris claro, que tendrán estrías en la zona de rodadura. Mientras tanto, los rellenos peatonales se harán con losas de granito de gran tamaño en un tono más acusado. En el entorno de las palmeras se mantienen las ondas que existen en la actualidad, pero totalmente renovadas. Mientras tanto, frente al Ayuntamiento, un tapiz de pavimento de mayor complejidad de dibujo, -urdimbre y rellenos de adoquines de diferente color y formato-, señalará la trascendencia del edificio y quitará importancia a la asimetría de la plaza.

Para el concejal de Urbanismo, "la imagen que ofrecerá la plaza pondrá de manifiesto una mejor distribución de los espacios, así como se conseguirá una accesibilidad total para el viandante y se dará una mayor importancia al edificio del Ayuntamiento".

Esta intervención forma parte de la "programación planteada por el Ayuntamiento de mejora de los espacios libres y plazas de la ciudad, como han sido la remodelación de Mina, la intervención en El Mentidero, en Candelaria o ahora lo está siendo en la plaza Santa María del Mar y lo será en breve en Ingeniero La Cierva".