Cádiz

La nueva terminal de contenedores supera el examen medioambiental

  • La Declaración de Impacto establece una serie de condiciones para la ejecución del proyecto que hay que recoger ahora en un Plan de Vigilancia · La obra podría iniciarse en el segundo trimestre de 2011

Dicen que cuando una puerta se cierra, se abre una ventana. Si estos días se iniciaba el debate ciudadano sobre una potencial fuga de tráficos hacia Sevilla a partir de 2013, la buena nueva llegaba ayer de la mano de Medio Ambiente. Su Secretaría de Estado de Cambio Climático publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable a la nueva terminal de contenedores del puerto de Cádiz.

Sería el penúltimo paso antes de la ansiada licitación de la obra que, según los plazos estimados por la propia Autoridad Portuaria, podría publicarse antes de finales de este año. A partir de ahí, se inicia un nuevo, obligatorio y molesto trámite burocrático que podría finalizar a lo largo del segundo trimestre de 2011.

¿Tanto tiempo? El presidente de la APBC, Rafael Barra, recuerda que, una vez publicado en el BOE la DIA favorable al proyecto, ahora queda recoger las condiciones que dicta la declaración nacida en Madrid, así como diversos aspectos aceptados por el proceso de información pública en el Programa de Vigilancia Ambiental y, luego elaborar un documento de integración ambiental, que debe remitir , de nuevo, a Madrid. Barra calcula que este trámite puede estar listo, más o menos en un mes: diciembre. Posteriormente, dados los costes económicos de este macroproyecto portuario, la licitación de la obra hay que publicarla en el Boletín Oficial de la Comunidad Europea que abre un plazo de 52 días hábiles para la recepción de ofertas, que luego habrá que evaluar y puntuar por parte de una comisión técnica creada al efecto. De una manera o de otra, el proceso se coloca ya en abril de 2011. Así las cosas, con la ayuda del presidente Barra, es fácil calcular que a lo largo de ese segundo trimestre se pondría ya en ejecución la obra.

36 meses después, Cádiz contará con una nueva terminal: Inicios de 2014. Pero la cuenta no finaliza ahí porque, una vez construido el muelle, ahora queda equiparlo para su posterior gestión y explotación. En ese punto, Barra dice que lo inteligente será sacar a concurso, más o menos a mediados del Doce, la explotación del nuevo servicio, de manera que, una vez finalizada la obra, en cuestión de seis meses (finales de 2014) la terminal de contenedores podría estar funcionando.

Es una larga  (cuatro años) y costosa obra (90 millones de euros) que nace con una triple finalidad. Por un lado, hará posible el traslado del actual tráfico de contenedores a una ubicación que esté mejor posicionada en la estructura urbana de la ciudad de Cádiz, evitando ruido y tráfico  pesado por el centro urbano. En segundo lugar, permitiría construir una moderna terminal de contenedores preparada para poder acoger a los grandes buques portacontenedores (en el muelle actual no pueden atracar buques con más de 10,50 metros de calado y el nuevo muelle estará cimentado a una profundidad de 16 metros).

Por último, según estiman fuentes de la APBC, hará factible la construcción de una terminal de cruceros en las instalaciones donde actualmente se manipulan los contenedores en el muelle Reina Sofía. Con todo, Rafael Barra considera que la nueva terminal proyectada en el dique de Levante es una "estructura imprescindible para sustentar el desarrollo de actividades exportadoras e importadoras en el interland del puerto de la Bahía de Cádiz".

En la Declaración de Impacto se recoge una serie de condicionantes que ahondan en la clara intencionalidad de preservación medioambiental con la que nace el proyecto de la mano de la APBC. Aún así, el organismo que preside Rafael Barra reconoce cierta la necesidad de implantar un Programa de Vigilancia Ambiental (PVA) que vele por la minimización de daños en el entorno. La DIA refleja claros efectos que podrían resultar negativos si no se diera una estricta vigilancia que, en ocasiones, se deberá prolongar incluso durante cuatro años después de que finalice la obra. Este sería el caso, por ejemplo, de la playa de Valdelagrana  o de la desembocadura del río San Pedro. Un conjunto de videocámaras ubicadas en posiciones estratégicas vigilará permanentemente la evolución de la línea de costa.

El vertido de materiales o el tráfico de camiones durante la obra son temas que también, entre otros muchos, quedan plasmados en esta DIA que inicia definitivamente una cuenta atrás hasta la conquista definitiva de este hito fundamental para el desarrollo del puerto de Cádiz y, en consecuencia, del entorno socioeconómico de toda la capital.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios