No es el adiós definitivo, al menos así se pretende. Es un paréntesis hasta que lleguen tiempos mejores que permitan una inversión tan astronómica como la que se pensaba, 60 millones de euros, para convertir el viejo Valcárcel en un hotel de lujo para Cádiz.

Así lo constata Felipe Sanz, consejero delegado de Zaragoza Urbana que durante estos siete años largos ha llevado las conversaciones con las administraciones para poder sacar adelante el mayor proyecto privado de la ciudad y que finalmente se ha guardado en el cajón.

Asumiendo el componente económico de esta decisión: una profunda crisis económica que ha tocado de lleno al sector turístico y que ha retraído la financiación bancaria para nuevas edificaciones, Felipe Sanz, en una entrevista mantenida con Diario de Cádiz, resaltó que la decisión de dar marcha atrás en este proyecto se justifica por el consejo dado por los abogados de Zaragoza Urbana: "Tuvimos una reunión con ellos para analizar la situación y ellos consideraban que tras tantos cambios y tantos incumplimientos en las fechas el contrato (firmado con Diputación en 2003) era nulo de hecho. Podíamos así entrar en una situación legal muy confusa. Participamos en un concurso público con reglas que cumplir, por lo que una empresa no puede jugar a tantos cambios como estaban pasando. Así, hemos optado por parar y volver a empezar cuando lleguen tiempos mejores".

Sanz confirmaba así lo ya adelantado ayer por este Diario: que Zaragoza Urbana estaría dispuesta a presentarse en un futuro concurso que convocase Diputación para hacerse de nuevo con el Valcárcel, aunque tiene claro que para ello habrá de pasar entre dos y tres años, y así clarificar si se ha salido ya de la profunda crisis económica que atraviesa el conjunto del país.

"Mi prioridad es que este proyecto se acabe. Siempre estaremos como candidatos porque es un proyecto que lo hemos trabajado durante años. Tenemos muy claro lo que queremos y cómo desarrollarlo", hasta el punto que el proyecto arquitectónico ya está terminado.

A pesar de la magnitud de la actuación, de la que Diario de Cádiz ha dado cumplida y extensa información, Felipe Sanz se lamentaba ayer de que "el proyecto no se ha comprendido, no se ha acogido con entusiasmo", aunque, siempre comedido en sus declaraciones, evitó culpar a nadie de tantos años de negociaciones y trabas administrativas.

La inversión prevista era de unos 60 millones de euros. Ya se había abonado 1,1 millones de euros en pagos tanto a la Diputación y al Ayuntamiento. Una cantidad que el consejero delegado de la empresa maña tiene claro que no la invertirá hoy "ni una empresa hotelera que tuviese mucho dinero, porque no se dan las circunstancias para ello".