La obra de construcción de la nueva tribuna del estadio Ramón de Carranza se paralizó ayer por culpa de las filtraciones de agua que han inundado la zona donde se trabaja en la cimentación de la nueva grada. Sobre las tres de la tarde los obreros abandonaron el recinto sin saber cuándo podrán volver a sus puestos de trabajo. En estos momentos se opera aproximadamente un metro y medio por debajo del nivel del mar, lo que está provocando que el agua aflore del subsuelo. Ayer alcanzaba unos 60 centímetros de altura y se espera que en las próximas horas pueda superar el metro.

Este problema ya lo padeció la empresa constructora que se encargó de levantar las otras gradas, aunque entonces encontró la comprensión de Medio Ambiente, que permitió que ese agua se vertiera al mar. En esta ocasión, los técnicos de la Consejería han denegado el permiso aduciendo que todavía es temporada de playas y que al menos hasta el 15 de septiembre no permitirá que las bombas achiquen el agua de la obra y la viertan en el mar gaditano. El problema se agravó ayer, cuando una de las alcantarillas a través de las que se estaba desaguando, reventó y provocó un pequeño incidente. Este fue el detonante para que los responsables de la obra dieran la orden de parar unos trabajos que ya acumulan un retraso de dos meses con respecto al calendario previsto y que podría estar otras dos semanas detenidas.

Hay que recordar que la nueva tribuna ya se ha topado con varios contratiempos serios, entre ellos el conflicto entre el Cádiz CF y la empresa Gol3000, concesionaria de la tienda oficial, que durante varios meses se negó a trasladarse a la grada de fondo norte. Esto hizo que incluso el Ayuntamiento tuviera que realizar un comunicado público reconociendo que la tribuna se encontraba parada.

El ritmo en el apartahotel que se construye en la esquina de fondo norte con tribuna ya ha alcanzado la altura prevista y avanza a buen ritmo, al igual que ocurre en la esquina de fondo sur. Sin embargo, toda la parte central de la nueva grada, la última en poder derribarse, sigue en proceso de cimentación y la aparición de la temida agua puede hacer que sufra otro retraso. En un principio la entidad cadista quería poder abrir el graderío con motivo del partido que servirá para conmemorar el supuesto centenario del club, en septiembre de 2011, aunque teniendo en cuenta los continuos retrasos esta posibilidad cada vez se aleja más.