Cádiz

"La Iglesia pasó de una pastoral de mantenimiento a ser más sensible"

  • La actual crisis económica hace más evidente el acercamiento a los pobres, una de las apuestas del Sínodo · Los rectores de la Iglesia asumen la necesidad de revisar esta década

En la introducción de la carta pastoral sobre la recepción y aplicación del Sínodo Diocesano, titulada Duc in altum, bogad mar adentro, el obispo de Cádiz y Ceuta, Antonio Ceballos, aludía a la clausura del mismo en la Catedral, el 11 de junio de 2000, y afirmaba que "inmediatamente, muchos de vosotros os hicisteis y me hicisteis una pregunta: y ahora ¿qué?, después del Sínodo, ¿qué va a pasar?". Diez años después recuperamos aquellas preguntas.

Óscar González Esparragosa, que fue secretario general del Sínodo, afirma que el objetivo principal fue promover la renovación pastoral de la Iglesia Diocesana y diez años después considera que "ha supuesto un impulso muy importante de dinamización de la vida de nuestra Iglesia diocesana, especialmente en dos campos, en el de la evangelización de los alejados, tomando conciencia de ponernos en misión, no sólo en conservar la fe de los de dentro, sino la de muchos cristianos bautizados, que no la han cultivado o la han enfriado, y acercarnos a ellos para proponerles el Evangelio".

El actual párroco de San José añade que "no vale una pastoral de mantenimiento y la Iglesia hoy es más sensible a acercarse a esas personas, aunque la misión no está terminada porque el cambio es lento".

Asimismo resalta el impulso que el Sínodo supuso de acercamiento a los más pobres, el tema que más personas propusieron, con el objetivo de que la Iglesia se comprometiese más con los necesitados, con los más pobres, "una necesidad que la crisis económica actual ha hecho más evidente y que ha supuesto un sobre esfuerzo de Cáritas y de las parroquias".

Oscar González cita también la religiosidad popular como otro de los temas más destacados del Sínodo, "el reconocimiento a la importancia que tiene como camino hacia la fe de muchas personas, valorándola y atendiéndolas pastoralmente".

Al respecto recordó que se trazaron unas líneas de orientación "que están mejorando la vida de las mismas, desde el rigor en su vida interna, y potenciando las vocalías de formación y caridad".

El sacerdote destaca también el sentido de corresponsabilidad de todos los miembros de la comunidad cristiana, no sólo del obispo y de sus presbíteros, "en ese sentido se ha avanzado mucho, como se observa en la vida de las parroquias, todas ellas con sus respectivos consejo parroquiales".

La evangelización de los jóvenes fue igualmente otros de los temas básicos estudiados por el Sínodo , "ya que la sociedad materialista lo que les ofrece son metas muy cortas de realización, mientras que el Evangelio amplía horizontes y perspectivas y también la eternidad".

Cabe señalar que actualmente más de un centenar de jóvenes realizan unos cursos de liderazgo, con reuniones de cuatro horas en las tardes de domingos alternos, para dinamizar la pastoral juvenil en la diócesis.

González Esparragosa afirma que "la Iglesia no es sólo una ONG, sino la pregonera del Evangelio de Jesús, y tenemos que esforzarnos en trasladarlo al hombre de hoy y ofrecerle el proyecto que Dios nos ha dado en Jesucristo".

Por otra parte, para los responsables de la pastoral en la diócesis es el momento de hacer una revisión del camino recorrido desde entonces, analizando en qué aspectos se ha constatado avances, qué metas están aún por lograr, cómo se ha implicado el conjunto de la comunidad diocesana en el seguimiento de los programas y si ha habido sintonía del conjunto de la diócesis con la puesta en práctica del Sínodo.

Asimismo, consideran que junto a la constatación de los hechos podría ser positivo indagar las causas de lo que se haya descubierto, tanto de los positivo como de lo negativo, ya que el análisis de las mismas siempre lleva a profundizar en el conocimiento de la realidad y a encontrar mejor los caminos de respuesta.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios